
Las previsiones fiscales del Gobierno -que pasan por recaudar a final de año más de 202.500 millones, un 7,8% más que en 2016- resultan "sorprendentes" para una mayoría de expertos y economistas, algunos de los cuales auguran un avance de los ingresos en línea con el crecimiento del PIB esperado, de entre el 2,5 y el 2,7%. En ese escenario, el año se saldaría con una recaudación total de 193.000 millones, casi 10.000 millones por debajo de la previsión de Hacienda, lo que supone una desviación de cerca del 5%. Previsiones fiscales en cuarentena.
La documentación interna que el propio titular del ramo, Cristóbal Montoro, divulgó hace algo más de un mes en el Senado genera una enorme desconfianza entre los otros tres grandes partidos del Parlamento. "Si el desvío del año pasado ya superó los 5.000 millones, imagine nuestra postura respecto lo que nos presentaron para 2017", advierten desde el PSOE. En Ciudadanos no son más crédulos: "Llevan años incumpliendo sistemáticamente las previsiones de ingresos, y desde luego este ejercicio no va a ser una excepción". Este partido, ya el año pasado, vino denunciando desde el mes de marzo el enorme boquete que dibujaba el Impuesto de Sociedades tras retirar los tipos en los anticipos a cuenta. "Aquello terminó como terminó, con el restablecimiento de los anticipos pasado el verano", recuerdan.
Al margen de la oposición, los augurios de Montoro tampoco resultan creíbles en el ámbito económico. "No se entiende esa previsión a no ser que se esté pensando en volver a endurecer el Impuesto de Sociedades o incluso algún otro tributo como el IVA", aseveró la semana pasada el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, opinión que comparten desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Almudena Semur, coordinadora del servicio de estudios de la entidad, aprovecha para advertir de que subir tipos "no tiene por qué implicar que se vaya a recaudar más".
El Círculo de Empresarios, si bien no ha sido tan explícito, también ha mostrado sorpresa en su documentación interna, y pese a no entrar a valorar la previsión de recaudar 202.500 millones, 15.000 millones más que en 2016, recuerdan que desde la Comisión Europea calculan que el déficit público se nos irá al 3,5%, frente al 3,1% comprometido. Más de 5.000 millones de euros de diferencia que podrían poner de manifiesto la diferencia entre previsión y realidad.
Javier Santacruz, investigador de la Universidad de Essex, matiza la postura y cree que "ya no tiene sentido" ligar PIB y recaudación fiscal, que no tiene por qué avanzar o retroceder al mismo ritmo que la economía.
Cifras históricas
La documentación del Ministerio de Hacienda y Función Pública refleja un aumento de la recaudación por IRPF del 7,5%, hasta superar los 78.000 millones de euros, una cifra nunca vista hasta ahora. Respecto al IVA la subida es incluso más llamativa, pues se espera que deje en las arcas un 9,3% más que en 2016, por encima de los 68.000 euros.
Algo más creíbles, aseguran los agentes consultados, resultan los incrementos previstos en Sociedades y en los Impuestos Especiales. Respecto al tributo que grava los beneficios de las empresas el aumento previsto es del 7,8%, si bien hay que tener en cuenta que el Ejecutivo, con apoyo explícito del PSOE, aprobó en diciembre varias modificaciones para que las 9.000 empresas que facturan anualmente más de 10 millones de euros paguen un tipo más elevado que el que han venido abonando hasta ahora.
Respecto a los Especiales, la subida recaudatoria prevista es del 3,9%, mucho más moderada, pese a que batiría el récord histórico de 20.000 millones anuales. A este respecto hay que recordar que Hacienda pretende recaudar 500 millones más en nuevos impuestos verdes y además subió, también con el apoyo de los socialistas, la fiscalidad del tabaco y del alcohol.
"No nos explicamos estas previsiones. El incremento recaudatorio previsto para este año es muy superior al crecimiento esperado, del 2,5%, y solo puede justificarse por cambios normativos en Sociedades", advierten desde el Consejo General de Economistas.
La razón para relacionar crecimiento de PIB y recaudación es clara: la economía avanzó el 3,2% en 2016, justo el incremento de ingresos tributarios que Hacienda da por sentado para el conjunto del año pasado.
En 2016, ya se desvió en 5.500 millones
El Ministerio de Hacienda, que aún no ha publicado los datos de cierre del año 2016 respecto a los ingresos tributarios totales, sí prevé que el ejercicio se saldó con unos ingresos de 187.980 millones de euros, casi 5.500 millones menos de los 193.350 millones que previó cuando elaboró los Presupuestos. Se da la circunstancia de que esa estimación, que volvió a ser demasiado optimista, coincide con la más factible para el cierre de este año con la economía creciendo entre el 2,5% y el 2,7%.