Economía

¿Prórroga de los presupuestos? La pugna por el liderazgo socialista obliga a seguir con las Cuentas de 2016

  • Parte del Gobierno trabaja ya en el escenario de prórroga de Presupuestos

¿Qué implicaría una prórroga de los Presupuestos? El Gobierno empieza a asumir que la pugna por el liderazgo en el seno del PSOE dejará a España, casi con toda probabilidad, sin unos nuevos Presupuestos. Los socialistas eligen a su nuevo lider en primarias el próximo mes de mayo, y hasta junio no se celebrará el Congreso que designe una nueva Ejecutiva que ponga fin a los meses de interinidad. Ese calendario es incompatible con la aprobación de unas nuevas cuentas, pues junio es el mes en que el ministro de Hacienda debe llevar al Congreso el techo de gasto... del próximo año. "No se entendería que tramitáramos unos Presupuestos cuando tenemos que llevar el techo de gasto del año siguiente", ha manifestado en varias ocasiones Cristóbal Montoro.

"Apoyar o abstenernos en Presupuestos sería, casi, propiciar nuestra muerte política", afirma en privado una diputada socialista de primera línea, haciendo referencia al hecho de que si Susana Díaz, como parece, aspira a liderar el PSOE de aquí a unos meses, no puede permitirse ni un solo signo de connivencia con el Ejecutivo del PP. "Y mucho menos ahora que Pedro -por Sánchez- ha confirmado que competirá en las primarias".

La postura puede sorprender porque el PSOE decidió, en diciembre, respaldar al Ejecutivo y dar vía libre al techo de gasto de 2017. Pero ese gesto sirvió únicamente para permitir gobernar a Mariano Rajoy y evitar presiones extra por parte de las instituciones europeas, que veían con suma preocupación como España se adentraba en el desgobierno sin una solución a corto plazo. Esta diputada esgrime, además, que con el apoyo al Decreto Tributario y al techo de gasto "el PSOE ganó tiempo para recomponerse". Y además pudo apuntarse varios tantos políticos al lograr más presión fiscal para las empresas; una revalorización del 8% del salario mínimo; y un pacto, el del bono social, que va a impedir cortes energéticos a personas en situación de necesidad.

Por su parte, uno de los hombres fuertes de los socialistas en materia de Hacienda, Pedro Saura, aprovecha cuando puede para recordar que el PSOE "en ningún caso" va a negociar las Cuentas con el Gobierno de Rajoy. "No nos gustan los números, no nos gusta el techo de gasto... No vamos a entrar", llegó a decir en la Comisión parlamentaria del ramo hace escasas fechas.

La confirmación de que los Presupuestos han entrado en vía muerta también llegan de Ciudadanos, comprometido desde el principio a respaldar "y mejorar" las cuentas de 2017 en base al pacto que Rajoy y Albert Rivera firmaron de cara a la investidura del primero. Desde la formación naranja reconocen que no hay reuniones para preparar las Cuentas como tal. Únicamente contactos informales sin concreción alguna de cifras o partidas presupuestarias, y voluntad de lograr un acuerdo aunque cada vez con más pesimismo. Los de Rivera saben que el PSOE es necesario en la ecuación, porque alternativas como la de que algún partido nacionalista catalán se abstenga "no parece nada realista, mucho menos con el órdago del referéndum de Cataluña a la vuelta de la esquina".

Y el PP tampoco escapa a esta tónica de pesimismo. Públicamente todo son llamamientos al consenso, pero en privado hay dirigentes autonómicos de peso y hasta personas cercanas al presidente que dan por sentado que no habrá nuevas Cuentas y el país tendrá que funcionar con la prórroga de las de 2016. La guerra en el PSOE, de final incierto, ha finiquitado toda posibilidad de una abstención que hasta finales de 2016 se antojaba como posible. Y si cabía alguna esperanza, la oficialización de la candidatura de Pedro Sánchez a la Secretaría General ha terminado con ella. "Ha dejado sin ningún tipo de margen a Javier Fernández y a Susana Díaz", confirman a elEconomista.

El Gobierno lo asume

En el Ejecutivo sucede lo mismo que en el Grupo Parlamentario Popular. Montoro y el propio presidente Rajoy insisten en la necesidad urgente de que España cuente con nuevos Presupuestos, pero en privado saben que la posibilidad se aleja. Rajoy ya dejó caer en un almuerzo la pasada semana que no se podían pedir más cosas a la gestora del PSOE después de que ésta hubiese facilitado la gobernabilidad y aprobado el Decreto Tributario de subida de impuestos.

Lo cierto es que la posibilidad de que hubiese que funcionar con la prórroga era una especie de Plan B que el equipo económico de Rajoy barajaba desde hace meses. Por eso se aprobó con tanta rapidez la prórroga; se procedió a revalorizar las pensiones; y se dio vía libre a un Acuerdo de No Disponibilidad por valor de 5.493 millones, a modo de escudo ante posibles incrementos del gasto que dieran al traste con el compromiso de déficit, del 3,1% para este año.

Por el momento, y hasta que no pase el Congreso del PP, Hacienda no moverá ficha, y entonces redoblará la presión para animar a la oposición a pactar las cuentas. Cuando ese llamamiento fracase será el momento de lanzar el Plan B y asegurar un control exhaustivo de todas las partidas presupuestarias con un objetivo: cumplir los compromisos con Bruselas.

El complejo calendario presupuestario

La prórroga

La prórroga presupuestaria de las cuentas de 2016 estaba escrita desde el 30 de septiembre, último día en el que el Gobierno, entonces en funciones, debió presentar las Cuentas de este año en el Congreso. Entró en vigor el pasado 1 de enero con medidas de refuerzo como el Acuerdo de No Disponibilidad de 5.392 millones que Moncloa aprobó días antes para garantizar el escrupuloso cumplimiento del límite de déficit, del 3,1% para todo el año; y del Decreto Tributario de subida de impuestos (medioambientales, Alcohol y Tabaco y Sociedades) por el que se pretenden incrementar los ingresos en 7.500 millones.

La negociación

PP, PSOE y Ciudadanos no han llegado a mantener una negociación seria de cara a la elaboración de unos Presupuestos para 2017. Sus contactos se limitaron al acuerdo para aprobar el techo de gasto de 118.000 millones y el citado Decreto Tributario de subida de impuestos. Después, y pese a que Hacienda comunicó en el Senado las cantidades que iba a dedicar este año a áreas como Sanidad, Educación o Servicios Sociales, las reuniones no han proseguido. C's ni siquiera sabía de la cuantía de esas partidas.

Poco tiempo

El Gobierno manejaba la hipótesis de contar con nuevos Presupuestos al término del primer trimestre, pero ya no parece viable. Para respetar el trámite parlamentario habitual, que suele durar dos meses, Montoro debía haber acudido estos días a presentar las cuentas.

Junio, otro techo de gasto

Aún se especula con presentar esas Cuentas más adelante, pero el margen es escaso. En junio, justo cuando el PSOE celebra su Congreso, debe tramitarse el techo de gasto del próximo año.

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