
Ginebra, 27 ene (EFE).- El banco suizo UBS vio en 2016 mermado su beneficio neto atribuido en un 46,7 % hasta 3.306 millones de francos suizos (3.085 millones de euros), principalmente por una continuada aversión al riesgo de sus clientes y las incertidumbres macroeconómicas y geopolíticas en Asia, Europa y EEUU.
"El año 2016 claramente ha sido un año difícil para nosotros y el sector", señalaron en una conferencia con inversores, analistas y medios de comunicación el consejero delegado de UBS (UBSN.CH) Sergio Ermotti, y el responsable financiero del grupo helvético, Kirt Gardner.
En cuanto a los riesgos macroeconómicos y geopolíticos explicaron que en Asia Pacífico el negocio está directamente relacionado con la situación económica de China, cuyo PIB muestra señales de recuperación pero siguió registrando en 2016 su tasa más baja de crecimiento desde 1990.
En EEUU, donde la confianza del cliente es mayor que en Europa, las decisiones dependen de las políticas económicas que aplicará el nuevo presidente del país, Donald Trump, aunque "al menos allí hay planes de inversión" y "más optimismo".
Es en EEUU donde UBS observa ya una mejora en la confianza del inversor, "no solo entre los votantes del republicano, sino también entre los que apoyaron a Hillary Clinton", indicó Ermotti.
En Europa, las incertidumbres giran en torno al "brexit" y el futuro del proyecto de la Unión Europea (UE).
"Una vez haya más claridad esperamos ver mejoras" que reviertan la "sustancial aversión al riesgo registrada en 2016 y ver a los clientes moverse de forma más agresiva", señalaron los ejecutivos.
Ermotti lamentó además la falta de claridad con respecto al potencial desarrollo de Basilea IV y la imposibilidad de "planificar" en medio de este conjunto de factores inciertos.
El resultado de UBS se vio también impactado por unos gastos en previsiones para litigios por 693 millones de francos suizos (647 millones de euros), así como unos costes de reestructuración de 1.458 millones de francos (1.386 millones de euros).
Asimismo, el banco suizo registró salidas de capitales y activos importantes, sobre todo en mercados emergentes y Asia Pacífico.
El banco de hecho ya ve los efectos de una lucha reforzada contra la elusión y evasión fiscal y registra "salidas de activos de clientes transfronterizos", entre otros motivos porque Suiza comenzó el 1 de enero a recoger datos de sus clientes europeos para intercambiar automáticamente la información a partir de 2018.
Todo ello impactó sobre todo en su división de Gestión de Patrimonios, cuyo el beneficio antes de impuestos se redujo un 15 %, hasta 2.397 millones de francos suizos (2.237 millones de euros), y que registró salidas transfronterizas de capitales por 14.000 millones de francos (13.064 millones de euros).
Frente a ello, la Gestión de Patrimonios en las Américas registró un incremento del 43 % en el beneficio antes de impuestos, hasta 1.250 millones de dólares (1.165 millones de euros).
"Seguiremos viendo impactos adversos sobre nuestros márgenes por esa salida de capitales y la aversión al riesgo de los clientes, sobre todo en el segmento de Gestión de Patrimonios", señalaron los responsables de UBS.
Éstos destacan no obstante que pese a todo la entidad ha generado 40.000 millones de francos (37.326 millones de euros) en dinero neto nuevo en los negocios de Gestión de Patrimonios.
La Gestión de Activos obtuvo un beneficio antes de impuestos de 552 millones de francos (515 millones de euros), un 10 % menos que en 2015, en tanto que la Banca de Inversión sufrió un retroceso del 34 %, hasta 1.503 millones de francos (1.403 millones de euros), afectada por un declive en los ingresos por acciones y derivados.
Los ejecutivos de UBS afirmaron que tomará "más riesgos" en este último apartado "conforme mejoren las condiciones" en el mercado.
La Banca Personal y Corporativa, sin embargo, registró su mejor beneficio antes de impuestos desde 2008, con un aumento del 4 %, hasta 1.754 millones de francos suizos (1.637 millones de euros), pese a un entorno de intereses negativos.
Pese a estos retrocesos, UBS consiguió en 2016 unos ahorros netos de costes de 1.600 millones de francos (1.493 millones de euros), con lo que "está el camino adecuado" para lograr el objetivo de 2.100 millones de francos suizos (1.960 millones de euros) en 2017.
El banco propone un dividendo de 0,60 francos por acción (0,56 euros) a sus accionistas en relación a los beneficios obtenidos en 2016.
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