Economía

La Comisión Europea quiere que todos los países de la UE tengan salario mínimo

Bruselas, 23 ene (EFE).- La Comisión Europea (CE) pretende que todos los países de la Unión Europea, empezando por la zona euro, dispongan de un salario mínimo, según anunció hoy el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.

"Todos los Estados miembros, empezando por la eurozona, necesitan establecer un salario mínimo que no dependa del trabajo concreto", declaró el presidente de la CE, aclarando posteriormente que no se refiere al mismo salario mínimo para todos los países sino que es "algo que cada legislación nacional debe establecer".

En la zona euro no disponen de salario mínimo fijado por ley Italia, Chipre, Austria y Finlandia, a los que se suman Dinamarca y Suecia, Estados miembros de la UE pero no de la eurozona que tampoco garantizan ese derecho.

"A veces las pymes temen la imposición de este tipo de medidas a nivel internacional, pero es una cuestión de igualdad y de competitividad", aseguró el presidente de la Comisión durante su intervención en la conferencia sobre el Pilar Europeo de Derechos Sociales, iniciativa para aplicar los valores europeos al sector del empleo propuesta por el propio Juncker en septiembre de 2015.

En ese mismo foro, Juncker adelantó otras de las claves sobre derechos sociales que la CE espera proponer oficialmente en la primavera de 2017 y sobre las que hoy debatieron en Bruselas ministros de países miembros de la UE, comisarios europeos y agentes sociales.

"Sabemos que mucha gente querría que el Pilar cubra a todos los Estados miembros, y yo estoy de acuerdo, pero no inmediatamente", señaló Juncker, quien agregó que consideraba "mejor y más realista" limitar inicialmente la acción de la iniciativa a los países que comparten la moneda única.

El presidente del Ejecutivo comunitario indicó que la inclusión de todos los países europeos bajo el Pilar es una cuestión que se podrá abordar "a medio o largo plazo".

Veinte ministros de Estados miembros, siete comisarios europeos y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, son algunos de los conferenciantes que intervinieron en las distintas charlas temáticas para definir los últimos detalles del citado Pilar.

Tajani se mostró convencido de que esta iniciativa será una prioridad para los Veintiocho en 2017 y advirtió de que la situación actual de la UE consiste en, sobre todo, "una crisis social y una crisis de confianza".

En su primer gran discurso público tras ser elegido presidente de la Eurocámara, Tajani alertó de que las instituciones no pueden simplemente estar "llenas de burocracia" y seguir "actuando para sí mismas", sino que deben que "estar ahí para servir a los ciudadanos".

"Las personas que no ganan un sueldo son menos libres y tienen el riesgo de perder su dignidad, algo que no podemos permitir que suceda en Europa", concluyó Tajani.

La comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, instó a los países a asumir su responsabilidad en la aplicación de las políticas sociales y de empleo que incluirá el Pilar.

"Nosotros estamos listos para cumplir con nuestra parte, pero el centro de gravedad de las políticas está y permanecerá con las autoridades nacionales y locales", señaló Thyssen.

Por su parte, el vicepresidente de la CE para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, incidió en que la consulta pública ha permitido ver lo "amplio" que es el reto, ya que cada país tendrá un punto de inicio distinto, pero que no es necesario empezar de cero sino a partir de "procesos, logros e instrumentos que ya existen".

La ministra española de Sanidad, Dolors Montserrat, que acudió a la conferencia por invitación de Juncker pero no intervino en ella, explicó a la prensa que habló con el resto de ministros presentes en el evento y expuso las medidas que el Gobierno de España ha llevado a cabo en los últimos cinco años.

"Estamos creando empleo, estamos creando crecimiento económico y queremos que este crecimiento se convierta en progreso social", indicó Montserrat.

El director general de la patronal europea Business Europe, Markus J. Beyrer, señaló la falta de competitividad global como causa de los "persistentes problemas sociales" en Europa y advirtió de que aún hay que recorrer la mitad del camino para reducir el desempleo a los niveles previos a la crisis.

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