
¿Se acuerdan de los criterios de Maastricht? En efecto, eran los requisitos establecidos por el Tratado de la Unión Europea a comienzos de los 90 y cuyo cumplimiento daba acceso a la adopción de una moneda única. Si los 15 países europeos que comparten divisa debieran enfrentarse de nuevo a este examen, apenas dos de ellos, Holanda y Finlandia, saldrían airosos de aquí a finales de 2009.
Todos los demás suspenderían, un balance que está claramente relacionado con las consecuencias de la crisis financiera y económica. En concreto, las exigencias definidas en 1992 tienen que ver con los precios y la estabilidad gubernamental. Así, la tasa de inflación no puede superar en más de un punto y medio la media de los tres países de la Unión Europea en la que menos crecen los precios.
La huella de la crisis
En cuanto a la situación financiera de los Estados, consta de dos objetivos: que el déficit no supere el 3% de lo que produce un país en un año (Producto Interior Bruto) y que la deuda pública no rebase el 60% del PIB. Originalmente, había dos criterios más, relacionados con la necesidad de mantener una estabilidad cambiaria y de los tipos de interés a largo plazo, pero ambos han perdido vigencia porque los países de la eurozona tienen una divisa y una política monetaria comunes que conducen al cumplimiento de ambos.
A la hora de enfrentarse a esos criterios, los problemas se concentran en las cuentas públicas. Es el precio de la crisis financiera, ante la que los Gobiernos han reaccionado con planes de ayuda que van a incrementar tanto el gasto público, con el consiguiente riesgo de sufrir un déficit en este apartado, como la deuda emitida, ya que los programas se van a financiar por esta vía.
"En la zona euro, la pronunciada desaceleración es posible que conduzca a una ampliación masiva de los déficits gubernamentales, en medio de un aumento de los estabilizadores automáticos. Por tanto, la proporción entre la deuda pública y el PIB de los países se incrementará el próximo año por primera vez desde 2005", vaticinan los analistas de Citi.
Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el déficit de Francia e Irlanda sobrepasará el tope del 3%, una amenaza que también pende sobre Italia (2,8%), España (2,5%), Portugal (2,3%) y Grecia (2,2%).
España suspende
En cuanto a la proporción de deuda pública/PIB, los datos de Eurostat correspondientes a 2007 ya reflejaban que Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Grecia, Portugal y Malta superaban el 60 por ciento, una lista que probablemente se ampliará a Chipre y Austria en 2008 y 2009.
En este sentido, conviene recordar que el Consejo Europeo de junio de 1997 estableció un Pacto de Estabilidad y Crecimiento para garantizar que, una vez que el euro empezara a circular, los países siguieran cumpliendo los principios de estabilidad de las cuentas públicas. Y aunque su incumplimiento puede conducir a sanciones, el hecho de que los desajustes provengan en gran medida de la difícil situación actual podría permitir cierta permisividad temporal.
¿Y España? Suspende en estos momentos por su diferencial de precios, ya que la inflación se encuentra en el 4,5%, por encima del 4,2% en el que se sitúa ahora el límite de Maastricht . Bélgica, Grecia, Chipre, Luxemburgo y Eslovenia también suspenden la asignatura inflacionista.