Economía

Fuertes y corruptos: el soborno mancha la imagen de India, China y Rusia

Los sobornos mueven 400.000 millones de dólares en los 30 países más exportadores del mundo. Foto: eE
Son tres de las economías más fuertes en el panorama mundial. Son los países que más oportunidades de inversión ofrecen. Son las potencias con mayores posibilidades de crecimiento. Pero también son los más corruptos.

Hablamos de India, China y Rusia que, por este orden, han sido señalados por la mayoría de 11.200 empresarios de 125 países diferentes consultados por un sondeo de Transparencia Internacional, como los países donde se es más proclive al pago de comisiones a la hora de hacer negocios.

Esta encuesta, que recibe el nombre de Índice de Fuentes de Sobornos (IFS), clasifica a los 30 principales países exportadores según la tendencia de sus empresas a sobornar en sus operaciones en el extranjero. India, China y Rusia son tres de las nuevas potencias exportadoras y esta mala nota demuestra que el mundo empresarial aún los percibe como lugares poco maduros a la hora de controlar aquellos pagos que se producen bajo cuerda en las transacciones internacionales.

Turquía

Otro de los países que sale mal parado en este ranking es Turquía. El eterno aspirante a formar parte en el futuro de la Unión Europea ocupa el cuarto puesto empezando por abajo, un lugar "crítico", según Transparencia Internacional, si se tiene en cuenta que su entrada en el prestigioso club pasa por el respeto a los criterios de Copenhague que, entre otras cosas, abogan por una "economía de mercado viable".

Si se analiza la lista empezando por arriba, también se observan ciertas curiosidades. Suiza es quien lidera la lista de Transparencia Internacional como el país menos corrupto. Todo un "contrasentido", como reconocía el presidente de este organismo en España, Jesús Lizcano Álvarez, ya que es el país que "más se beneficia de los resultados de la corrupción" debido a las ventajas que ofrecen las entidades bancarias de este rico país.

El caso español

El ranking se basa en una escala de cero a diez, en la que el cero indica que los empresarios perciben que la corrupción es "desenfrenada" y diez, que no existe. Frente al suspenso de las potencias emergentes, España se coloca en el puesto número 13 con una nota de 6,63 puntos. "Un aprobado alto, casi notable", señalaba ayer Antonio Garrigues Walker, presidente de la Fundación Ortega y Gasset.

Con esta puntuación, España sale mucho mejor parada que algunos de sus socios europeos como Francia, Portugal o Italia. Éste último, junto con Alemania, ha escalado posiciones, pero los empresarios le perciben aún como el país de la UE más proclive al pago de sobornos.

Aunque las empresas españolas no son de las que más sobornos pagan, según los datos facilitados ayer, seis compañías de nuestro país están siendo investigadas por presuntos casos de corrupción, de las cuales dos están siendo procesadas. Es el caso de Abengoa, por un supuesto pago al Gobierno de Costa Rica, y del BBVA en un país suramericano, según fuentes de Transparencia Internacional.

Mucho dinero

"Si nos preguntamos si la corrupción está descendiendo en el mundo, lamentablemente la respuesta es no, porque sigue aumentando", afirmó ayer Garriges Walker. Prueba de ello es que cada año el pago de sobornos en los 30 países más exportadores del mundo mueve 400.000 millones de dólares, según se desprende del informe.

Pero Garriges insiste en que las empresas exportadoras cada vez son más conscientes de que sobornar no es rentable. Primero, por los mayores riesgos penales a los que se enfrentan gracias al endurecimiento de la legislación. Segundo, porque se están dando cuenta de que el soborno elimina las posibilidades de "enriquecimiento neto". Y tercero, porque es un "factor de empobrecimiento" para los países en desarrollo. Es decir, que se avanza poco a poco en esta lucha contra la corrupción, pero aún es muy largo el camino por recorrer.

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