Economía

España cumplirá el déficit pactado con la UE por primera vez desde 2010

  • El superávit local ayudará a compensar el agujero de la Seguridad Social
  • Pese a un mal noviembre, la recaudación mejora un 2,8% gracias al IVA

En esta ocasión parece que España sí va a cumplir con Europa. Los datos de déficit conocidos ayer mismo, que sitúan el desfase de las Administraciones Públicas en el 2,59% hasta septiembre, apuntan a un cierre del año sin problemas adicionales.

El objetivo del 4,6%, que Bruselas cedió a nuestro país a regañadientes por el largo periodo de ingobernabilidad, está al alcance de la mano gracias a la buena marcha de la recaudación, la reducción del desvío en las autonomías y el superávit de las Corporaciones Locales. Será la primera vez desde el año 2010 en que España cumpla su compromiso.

El Ministerio de Hacienda reconoció ayer, en un comunicado, que los datos hasta ahora sugieren que el déficit "se sitúa en línea con el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria". El Estado, hasta noviembre, acumula un desvío del 2,3%, similar al del año anterior; y la Seguridad Social empaña las estadísticas al bordear los 10.000 millones de agujero hasta noviembre, según reconoció el Ministerio de Empleo.

Pero los territorios van a actuar en esta ocasión de bálsamo para las cuentas. Las comunidades, que hasta octubre del año pasado superaban el 1,2% de déficit, se sitúan hoy en el 0,33%; y los municipios, lejos de ceder superávit, lo engordan más allá del 0,5%, casi 6.000 millones de euros.

Finales de año complicados

Es posible incluso que la cifra final de déficit se sitúe algo por debajo del 4,6%, aunque el departamento que dirige Cristóbal Montoro ya apuntó en su día que las ayudas al sector financiero costarían dos décimas (algo más de 2.000 millones, frente a los 456 millones del ejercicio anterior). Aún así, los expertos siempre aconsejan prudencia, pues los cierres de año suelen ser complicados a efectos de caja.

Las Administraciones deben tirar de ingeniería para cuadrar sus cuentas y eso, en ocasiones, provoca sorpresas: basta recordar el año 2011, cuando se produjo el cambio de Gobierno entre el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP de Mariano Rajoy. Cuando el déficit parecía encauzado y hacia límites europeos, el desfase regional superó todas las previsiones y obligó a Moncloa a anunciar duros ajustes en plenas Navidades.

Este año ese efecto sorpresa puede ser menor, ya que Hacienda ordenó el cierre presupuestario en el mes de julio. Así, todo parece indicar que las autonomías acabarán el año con un déficit del 0,8 o 0,9%; la Seguridad Social con otro del 1,7%; y el Estado en el 2,3 o el 2,4%, cantidades que quedarán compensadas y limadas al 4,6% global, gracias al enésimo superávit municipal.

El IVA, a por récord histórico

La recaudación también va a jugar un papel relevante en la consecución del objetivo de déficit. Noviembre no ha sido especialmente positivo en este ámbito, ya que todos los grandes impuestos han dejado algo menos de dinero que hace un año en las arcas públicas. Sin embargo, la espectacular marcha del IVA, que en términos interanuales crece el 4,3% y bordea ya los 60.000 millones, decantará la balanza de los ingresos del lado del avance y no del retroceso.

Pese a todo, el reestablecimiento de los tipos en los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades, que se aplica desde el mes de octubre, ha sido el elemento decisivo para que Montoro lograra encauzar una recaudación que no solo se alejaba de los objetivos marcados en los Presupuestos, sino que caía también en el acumulado del año respecto a 2015.

Solo el pasado mes se recogieron más de 7.000 millones extras por los adelantos, si bien en noviembre, y por efecto de las devoluciones, la recaudación total ha cedido en 526 millones. Hasta noviembre, los ingresos crecen el 2,8%, levemente por debajo del avance del PIB.

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