MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, mostró hoy su deseo de que, con las medidas de apoyo al sector financiero acordadas por el Eurogrupo y aplicadas ayer por los principales países de la zona, comience "el principio del final de la crisis".
El ministro realizó estas consideraciones en un acto con el Consejo de Cooperación para los Estados Arabes del Golfo organizado por la Cámara de Comercio de Madrid, en el que aprovechó para pedir a los países de la región que inviertan en España.
"No podemos decir que la crisis haya terminado, pero quizá sí que estemos en el principio del final de la crisis", señaló el ministro después de aludir a la recuperación de ayer de las bolsas, a la que describió como una "jornada de esperanza después de una importante tormenta".
Sebastián dijo que, mientras se dirigía al acto en coche junto al secretario del Consejo de Cooperación árabe, Abdel Rahman Bin Hamad Al Atiyyah, éste mencionó el "gran éxito del plan europeo" de rescate de entidades financieras "en comparación con el plan americano". Por su parte, el ministro mostró su "orgullo" por que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "haya sido su impulsor".
Por otro lado, subrayó las "excelentes relaciones bilaterales" entre España y los países árabes y pidió que se siga "profundizando en las relaciones de inversión en ambas direcciones". Las empresas españolas, indicó, pueden realizar importantes aportaciones en la zona en actividades como el transporte, la energía, servicios medioambientales, energías renovables o finanzas, entre otras.
Además, animó a los socios árabes a "incrementar su inversión y a fortalecer la apuesta por España", donde encontrarán "importantes oportunidades y una plataforma hacia Iberoamérica". "España es un país sólido donde invertir" y "el Consejo tiene fondos para hacerlo", añadió.
Sebastián aprovechó su intervención para anunciar que, en la línea de las inicitivas realizadas con China o México, el Gobierno prevé aprobar durante 2008 un nuevo plan integral de desarrollo de mercados en el que se potencien los intercambios con los países árabes, que contará con un presupuesto de 14 millones y que aspirará a elevar un 7% las exportaciones a esta región.
