
Con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017 como primer gran objetivo gubernamental, el techo de gasto se ha convertido en el protagonista del debate económico. Los medios no dejan de publicar noticias respecto a la fecha de su aprobación, su posible cuantía; su compleja trayectoria en un Congreso más fragmentado que nunca... Y sin embargo pocas veces se explica qué es, para qué sirve, por qué existe y, sobre todo, por qué es relevante. Aprovechando que el viernes se aprobará previsiblemente el techo de gasto, resulta adecuado realizar un análisis profundo del mismo en este momento.
¿Qué es el techo de gasto?
El techo de gasto, hoy por hoy, es el límite de gasto no financiero que se impone anualmente al conjunto de las Administraciones Públicas, una herramienta legal por la cual el Gobierno de turno fija a Estado, comunidades y administraciones locales unos topes de gasto que no pueden exceder para así no desobeder la ley. Porque el techo de gasto, que hasta el año 2012 solo se aplicaba al Estado, fue reformado en el año 2012 y encuentra cobijo en la Ley Orgánica de Sostenibilidad Presupuestaria (LOEPSF), aprobada por el equipo de Cristóbal Montoro para vigilar el cumplimiento del déficit público. Sobre todo a nivel autonómico, donde el gasto creció de forma exponencial desde el año 2000 y donde el déficit se disparó hasta niveles alarmantes.
El techo de gasto es, para tratar de entenderlo a nivel microeconómico, como el límite diario de uso de la tarjeta de crédito o débito que nos fija nuestra entidad financiera.
Para qué sirve el techo de gasto
Es el paso previo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, y en condiciones normales debe ser aprobado en el Parlamento antes del 30 de julio del año anterior al de las cuentas que pretenden aprobarse. Este año el Ejecutivo incumplió este precepto al encontrarse en funciones, sin que la ley determinase qué hacer en esos casos. Para ello, y no generar nuevos vacíos legislativos en etapa de desgobierno, la famosa LOEPSF fue reformada en octubre.
Las cuentas no pueden ser elaboradas sin un tope de gasto, que a su vez determinará todas y cada una de las medidas presupuestarias a nivel de ingresos, inversiones o gastos futuros. Hay que decir que para calcular el techo de gasto el Ejecutivo sí debe contar previamente con un escenario macroeconómico que le ayude a calcular las necesidades económicas del siguiente año. Por ejemplo, si todos los agentes económicos apostaran por un crecimiento del PIB del 8% el año próximo, el Gobierno tendría más margen para subir el techo de gasto porque previsiblemente un nivel similar de avance económico dejaría muchísimos más ingresos en las arcas públicas.
El techo de gasto, a su vez, sirve para que las comunidades, los ayuntamientos y las diputaciones y cabildos puedan aprobar sus propias cuentas para el ejercicio siguiente. Es algo que solo pueden hacer una vez el Ministerio de Hacienda imponga los límites correspondientes y los reparta por administraciones.
En qué no influye el techo de gasto
No influye en la partida de intereses de la deuda, prioritaria por encima de cualquier otra cuestión presupuestaria desde la polémica reforma del Artículo 135 de la Constitución en verano de 2011 y por parte del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Está previsto que esa partida oscile el próximo año en torno a los 33.500 milones de euros, 2.000 millones más que este año.
Cómo ha evolucionado el techo de gasto
Desde que el techo de gasto funciona para todas las administraciones, ha oscilado entre los 123.354 millones de 2016, el mínimo, y los 133.258 millones de 2014, el máximo. Este año, y teniendo en cuenta los ahorros de 5.000 millones generados por el Acuerdo de No Disponibilidad para el Estado, el cierre presupuestario del ejercicio en julio y las medidas de contención aprobadas para las CCAA, debería situarse en torno a los 118.000 millones, inferior al de 2016 por la necesidad de ajustar el déficit al 3,1% del PIB. Aún así, las negociaciones con PSOE y Ciudadanos podrían variar esa cantidad.
Cuando conoceremos el techo de gasto de 2017
El techo de gasto será aprobado este viernes 2 de diciembre en Consejo de Ministros, y acto seguido deberá someterse al veredicto del pleno del Congreso de los Diputados. Una vez sea aprobado -algo que aún no es seguro- el ministro de Hacienda presentará el proyecto de Presupuestos del Estado para 2017. Fuentes del departamento de Montoro creen que esa presentación podría demorarse hasta enero al ser diciembre un mes "prácticamente inhábil" en el Parlamento. La aprobación de las cuentas llegaría en marzo y las medidas presupuestarias entrarían en vigor con carácter retroactivo.