
Sin duda, la subida del euribor figura entre los impactos más directos de la crisis financiera en el bolsillo de los ciudadanos. Y hay que tener paciencia, porque el descenso de los tipos no tiene por qué conducir a una rebaja inmediata del índice hipotecario. Cuando los ciudadanos comenzaban a pensar que el euribor podría empezar a bajar, esa esperanza quedó difuminada en tan solo 24 horas.
El pasado miércoles se produjo una de las noticias más esperada por millones españoles: los tipos de interés habían bajado. Por vez primera desde junio de 2003, el Banco Central Europeo (BCE), en una acción concertada con las principales instituciones monetarias del mundo, reduce el precio oficial del dinero en medio punto, para llevarlo del 4,25 al 3,75%. "¡Por fin!", exclamaron muchos, "el euribor podrá empezar a bajar ahora".
Esta esperanza quedó difuminada en apenas 24 horas. Al día siguiente, lejos de caer, el euribor a 12 meses, la referencia a las que está vinculada la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, repuntó del 5,486 al 5,512%. Y aunque ayer se frenó, sólo lo hizo hasta el 5,489%, por lo que se mantuvo por encima de los niveles previos al momento en que el BCE abarató el dinero.
Reacción sin precedentes
Esta reacción no contaba con precedentes en la aún breve trayectoria de la eurozona. Allá por abril de 1999, cuando la entidad europea rebajó por primera vez los intereses y los recortó del 3 al 2,5%, el euribor retrocedió del 2,89 al 2,71% en la siguiente sesión. Posteriormente, cuando inauguró una fase bajista de los tipos en mayo de 2001, momento en que redujo el precio del dinero del 4,75 al 4,5 por ciento, el indicador hipotecario se frenó la sesión posterior del 4,57 al 4,39 por ciento.
Fractura monetaria
Nunca, por tanto, había ocurrido lo que se ha visto estos días. Y la explicación hay que encontrarla, una vez más, en la crisis financiera. Más en particular, en los problemas de la banca. El euribor a 12 meses se calcula a partir de los intereses que abonan las entidades por tomar dinero prestado a un año en el mercado interbancario. Tomando como muestra 50 de los bancos más activos, se obtiene el nivel diario del índice hipotecario. En este sentido, hay que tener en cuenta que aquellos intereses suelen moverse en torno a los tipos oficiales establecidos por el BCE, de ahí que cuando éste anticipa o ejecuta subidas del precio del dinero, el euribor suba; y al revés si adelanta o lleva a cabo recortes.
Fractura entre el BCE y los mercados
Ahora, sin embargo, esta secuencia ha dejado de funcionar, ya que el nexo entre las decisiones del BCE y los mercados se ha roto. Un dato lo confirma: el jueves, la diferencia entre el euribor y los tipos alcanzó los 176,2 puntos básicos -100 puntos equivalen a un punto porcentual-, la brecha más alta desde que el euribor entró en vigor en el año 2000.
Semejante fractura responde a la desconfianza existente entre los bancos. Hay tantos afectados por la crisis, que no se fían unos de otros, por lo que han dejado de prestarse dinero. Y el poco que ofrecen lo hacen a un interés mayor, lo que impide que la rebaja de los tipos se traslade al euribor. "Prácticamente no hay transacciones en el interbancario", sentencia José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
Por tanto, el descenso del euribor depende de que la confianza regrese. (Continúa)
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