Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete anunciaron este viernes un plan de acción para combatir la crisis financiera débil y falto de compromiso que, en la práctica, sólo indica que van a continuar con la misma línea de actuación que hasta ahora. Pese a asegurar usarán todos los recursos disponibles y que se tomarán medidas "urgentes y excepcionales" parece que la reunión no ha sido todo lo fructifera que los inversores hubieran esperado.
Los ministros de Finanzas y gobernadores del G7, países más industrializados (EE.UU., Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia), se reunieron este viernes en Washington para estudiar cómo frenar el pánico en los mercados en medio de una crisis sin precedentes y de llamamientos en favor de más acciones coordinadas.
El G7 se compormetió a usar todos los recursos disponibles para evitar la quiebra de bancos importantes y a garantizar que cuentan con suficiente capital.
Acciones urgentes y excepcionales
"La situación actual requiere acciones urgentes y excepcionales", ha afirmado el Grupo de los Siete países más industrializados.
El plan incluye cinco puntos en los que el G-7 insiste en que continuará interviniendo en los mercados y que "garantizará que nuestros bancos y otros grandes intermediarios financieros puedan obtener capital de fuentes públicas tanto privadas en las cantidad necesaria para restablecer la confianza".
Durante la reunión, el secretario del Tesosro de EEUU, Hanki Paulson, detalló los planes de la Administración Bush para llevar a cabo una nacionalización parcial de los bancos de EEUU. Según el programa que prepara Paulson, en la recapitalización de los bancos estadounidenses participaría tanto el sector privado como el sector público.
El plan de acción incluye:
Adoptar medidas decisivas y utilizar todas las herramientas disponibles para prevenir la falta de instituciones.
Tomar medidas para descongelar el crédito y los mercados de dinero y asegurarse de que los bancos y otras instituciones tienen un amplio acceso a la liquidez y la financiación.
Asegurarse de que los bancos y otros intermediarios financieros importantes pueden plantear suficiente capital de fuentes públicas y privadas para restablecer la confianza y empezar a patear los préstamos a individuos y empresas.
Asegurarse de que cada país de garantías a los depositantes su dinero está seguro.
Adoptar medidas para reiniciar los mercados secundarios de hipotecas y otros activos titulizados.
Comprometido con la reforma
El G7 dijo estar comprometido con la reforma del sistema financiero internacional y afirmó que fortalecerá su cooperación conjunta y el trabajo con otras naciones para poner en marcha el plan anunciado hoy.
El Grupo se reunió tras una semana de pesadilla en las bolsas mundiales, que registraron caídas históricas ante la inminencia de una recesión en muchos países desarrollados, incluido Estados Unidos, y la falta de confianza en el sistema financiero