
Bruselas, 21 oct (EFE).- El primer ministro belga, Charles Michel, dijo hoy que su Gobierno seguirá negociando con la Comisión Europea (CE), las autoridades valonas y Canadá para intentar sortear "con urgencia" el bloqueo de la región de Valonia al acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA).
"En las próximas horas el ministro de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, y yo mismo vamos a estar en contacto permanente con la CE, Canadá y el gobierno valón para ver de qué manera podemos progresar", señaló Michel.
El primer ministro belga dijo que hay "un sentido de urgencia" en la búsqueda de una solución y que "es de gran interés para todos" que la situación se desbloquee cuanto antes, aunque no precisó un límite de tiempo para dar una respuesta a la Unión Europea (UE).
La cumbre europea terminó hoy sin que se haya alcanzado el objetivo de desbloquear la aprobación definitiva el CETA, que está encallada por el rechazo de la región belga de Valonia a dar luz verde al tratado.
El parlamento regional de Valonia votó contra el acuerdo de libre comercio el pasado lunes, de manera que impide que el Gobierno federal de Bélgica pueda suscribirlo.
Tras una negociación in extremis en la noche de ayer y la mañana de hoy, el ministro-presidente de Valonia, el socialista Paul Magnette, reconoció que los cambios propuestos a última hora por la Comisión han permitido acercar posturas, pero no levantar su veto.
Magnette se ha reunido en las últimas horas con el embajador de Canadá, el negociador de ese país para el CETA y su homólogo de la UE.
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, confió hoy en que pueda encontrarse una solución "en los próximos días".
"Estoy seguro de que habrá un acuerdo" y "cuando digo en los próximos días, incluye hoy", señaló Juncker en una rueda de prensa tras la cumbre de dos días de líderes de los Veintiocho en Bruselas.
El calendario "será una de las cuestiones centrales de las discusiones" dijo Charles Michel, quien señaló que "está en juego la reputación de la Unión Europea" en caso de que no cumpla con el plazo que se había fijado para rubricar el acuerdo en la cumbre UE-Canadá del próximo 27 de octubre.
Michel informó de que durante la noche del jueves habló por teléfono con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien le transmitió cuáles eran las líneas rojas para su país, un mensaje que el primer ministro belga hizo llegar posteriormente al ministro presidente de la región de Valonia.
El gobierno valón rechazó ayer la última versión del "documento interpretativo" con valor jurídico propuesto por la Comisión Europea para atender a sus objeciones.
"Expreso mi respeto por el Parlamento valón por sus decisiones, aún cuando esta situación crea un contexto extremadamente complejo y delicado", dijo Charles Michel.
El jefe del Ejecutivo belga apuntó que "la CE ha hecho numerosos esfuerzos en las últimas horas y días para intentar tomar en cuenta las preocupaciones expresadas por el parlamento valón" y aseguró que el Ejecutivo comunitario no ha dado ningún ultimátum al Gobierno de Bélgica.
Michel dijo que los jefes de Estado y de Gobierno "comprendieron" que el Gobierno federal belga "ha hecho lo máximo posible" para resolver la situación.
El conservador concedió, no obstante, que hay "una gran preocupación sobre lo que esto significa para el futuro del proyecto europeo y su capacidad de sellar acuerdos importantes".
El bloqueo valón es el último escollo para la firma del CETA después de que el resto de los Veintiocho hayan retirado sus reticencias a rubricar el tratado.