Economía

El voto nacionalista capea con holgura el empuje de Podemos y sus confluencias

  • El PNV obtiene más votos que en 2012 en Euskadi y...
  • ... el BNG aguanta y sólo cede un escaño en Galicia

La irrupción de Podemos y sus confluencias en Euskadi y Galicia apenas ha inquietado a las formaciones nacionalistas, que han aguantado con holgura el estreno parlamentario de una formación en principio constitucionalista, pero favorable al derecho a decidir.

En Euskadi, el PNV incluso ha obtenido más votos que en los comicios de 2012, pasando desde 383.000 a 390.000, y en Galicia, pese a que en esta ocasión no concurría AGE (liderado hace cuatro años por José Manuel Beiras), el BNG apenas ha cedido un escaño. La peor parte se la ha llevado el PSOE, que ha sufrido fuertes retrocesos en ambos territorios, si bien Bildu también ha cedido una leve cuota de poder en favor de la formación liderada por Pilar Zabala.

Así, el voto nacionalista en el País Vasco se ha mantenido al borde del 59%, porcentaje similar al que obtuvo en las elecciones de 2012. Entonces concurrieron a los comicios el propio PNV, Bildu, EA y Aralar.

En esta ocasión, el botín se lo han repartido las dos primeras. De la mano de Iñigo Urkullu, que en los últimos cuatro años ha gobernado con pragmatismo y aparcando el discurso más nacionalista, el PNV logró ayer mejorar su último resultado, e incluso se acercó al número de votos que obtuvo en 2009. Entonces, Juan José Ibarretxe obtuvo 399.000 sufragios, pero en una convocatoria a la que no pudo presentarse el independentismo, ilegalizado por los tribunales.

Bildu sí cede algo de espacio, pero aún así sus 17 escaños -obtuvo 21 en el año 2012- fueron interpretados por sus líderes como un éxito rotundo. Las encuestas detectaban que sobrepasarían a Podemos, pero pocos podían imaginar que la distancia entre ambos partidos terminaría siendo de seis escaños. Bildu, además, sobrepasó a Podemos en más de 65.000 votos, ya que obtuvo el respaldo de 221.000 votantes frente a los 154.000 que se decantaron por la formación que en España capitanea Pablo Iglesias.

Por contra, y frente al aguante del nacionalismo, los partidos constitucionalistas registraron un notable retroceso. Juntos, PP y PSOE apenas rebasaron el 22 por ciento de los apoyos, cuando cuatro años antes se situaron en el 31 por ciento. Los populares, pese a todo, resistieron mejor la tormenta, ya que cedieron un escaño y 24.000 votos. Mucho peor les fue a los socialistas, que encabezaron el Gobierno vasco desde 2009 a 2012; perdieron una importante cuota de poder entonces quedándose con 16 escaños y 221.000 votos; y ayer se hundieron, cedieron 87.000 sufragios y empataron a escaños con el PP, con nueve para ambos.

El PP mejora en Galicia

El PSOE también fue anoche quien más sufrió en Galicia, algo directamente achacable al éxito de En Marea, participado por Podemos, IU y otras confluencias. Si en 2012 obtuvo la confianza del 20% de los votantes, anoche no llegó al 18%, dejándose 4 escaños por el camino y perdiendo, por primera vez en democracia, la condición de segunda fuerza parlamentaria gallega. Por contra, el PP obtuvo 1.600 votos más que hace cuatro años y mejoró en porcentaje desde el 45% al 47%. Alberto Núñez Feijoo firmó así su tercera mayoría absoluta consecutiva, tal y como apuntaban los sondeos en las últimas semanas.

En Marea, sin embargo, deterioró mucho menos las expectativas del BNG, formación a la que hace solo un mes las encuestas situaban al borde de la desaparición. Los nacionalistas gallegos perdieron un escaño, pero estarán representados en el Parlamento con seis asientos, merced a la confianza de más de 116.000 gallegos. Hace cuatro años habían obtenido 145.000 votos en las urnas.

El voto no nacionalista, en esta ocasión, se situó cerca del 70%, sin contar a En Marea. Con ellos, teniendo en cuenta que sí son partidarios de que se puedan celebrar referendos de independencia, sobrepasaron el 88%.

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