
Más cooperacion en defensa y seguridad, además de esfuerzos conjuntos para luchar contra el desempleo juvenil: estas son, según los líderes de Alemania, Francia e Italia, las claves para relanzar la Unión Europea tras el Brexit.
Después del último encuentro, en Berlín, el primer ministro transalpino Matteo Renzi volvió a reunirse ayer con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Francois Hollande, para debatir el futuro de la Unión de cara a la próxima cumbre de Bratislava, el 16 de septiembre, en la que se debatirán las consecuencias de la salida de Reino Unido de la UE. También se prevé debate sobre los tiempos y procedimientos de la desconexión británica. Aunque los tres dirigentes coinciden en evitar el riesgo contagio en otros estados europeos, Italia y Francia son partidarios de acelerar la salida, mientras que Alemania estaría dispuesta a conceder más tiempo.
Renzi, que busca para Italia un papel de protagonista en Europa, eligió para la cumbre un lugar simbólico, Ventotene, isla en la que el intelectual antifascista (y luego miembro del Parlamento y de la Comisión europea) Altiero Spinelli escribió en 1941 el manifiesto que auspiciaba el nacimiento de los Estados Unidos de Europa. "En 1941, uno de los momentos más duros de la historia de Europa, hubo alguien que, a pesar de todo, pensó en un futuro para Europa", dijo el primer ministro italiano durante la rueda de prensa conjunta celebrada en el puente de mando del portaaviones italiano Giuseppe Garibaldi. "Muchos pensaban que el Brexit sería el fin de Europa; no es así", reafirmó Renzi, subrayando además que la "defensa es una prioridad común de la Unión".
Según Hollande, la nueva Europa tiene tres dimensiones: más cooperación en la seguridad, estimulo a la economía, e inversión en cultura y educación para los jóvenes. "Nuestro objetivo no es decidir para otros países, es comprometernos para un futuro de unidad y cohesión", dijo el mandatario galo, añadiendo que "para garantizar la seguridad no hace falta sólo la defensa, sino también políticas de desarrollo".
"La cooperación en defensa tiene que aumentar, así como el intercambio de información", dijo la canciller Merkel. "Respetamos la decisión del Reino Unido, pero los otros 27 estados tienen que apostar por una Europa más segura y próspera. En la cumbre de Bratislava debatiremos cómo dar a los europeos trabajo y futuro", añadió la dirigente germana.
Sin embargo, los obstáculos a una mayor unidad europea siempre son los mismos, empezando por las divergencias sobre las políticas presupuestarias. Italia, de hecho, y a pesar de las tantas flexibilizaciones otorgadas por Bruselas, tiene otra vez riesgo de incumplir los objetivos comunitarios. Roma se había comprometido a alcanzar en 2017 una relación entre déficit y PIB del 1,8%, pero apunta a superar otra vez el nivel del 2% el próximo año.
Así pues, las previsiones económicas optimistas de Renzi han tropezado con un PIB que, en el segundo trimestre del año, no ha crecido. Se trata de una situación que dificulta también la preparación del los Presupuestos para el año que viene. De momento el Gobierno italiano necesita recaudar, a través de nuevos ingresos o recortes, casi 25.000 millones de euros adicionales para cuadrar las cuentas.
Nueva senda para el déficit
Así que, aunque al margen de la agenda oficial del encuentro, el primer ministro italiano - según han explicado a la prensa transalpina fuentes cercanas al Gobierno - pidió a sus homólogos europeos una nueva flexibilización de la senda de consolidación presupuestaria italiana para estimular la economía con inversiones en el sector de la cultura. El objetivo del Gobierno transalpino sería obtener de los líderes europeos y de la Comisión el visto bueno a mantener durante 2017 el mismo nivel de déficit de 2016, es decir un 2,3%.
En materia de seguridad, uno de los temas que más preocupan a los socios europeos, la Cumbre de Bratislava ahondará en el incremento de la cooperación entre estados e incluso se discutirá la posibilidad de integrar fuerzas especiales de seguridad y defensa, además de vincular los servicios de inteligencia de los tres países. En ese sentido, podrían retomarse el camino hacia la estrategia conjunta de política exterior y seguridad propuesta en varias ocasiones por diferentes representantes, aunque sin demasiado éxito hasta ahora.
La cooperación se prevé también clave para afrontar la crisis migratoria. Renzi propondrá estrechar la alianza entre los países del sur de Europa y favorecer la colaboración con los países africanos de los que parten los migrantes.