Economía

El PP, dispuesto a alterar el régimen de las Sicavs para sumar apoyos

  • La propuesta popular ignora sin embargo puntos clave del acuerdo PSOE-C's
Mariano Rajoy y Albert Rivera se saludan antes de iniciar la reunión que mantuvieron en el Congreso. Foto: Efe.

El PP ha entregado a PSOE y Ciudadanos 55 páginas con las que quiere convencer a ambas formaciones de que es más lo que les une que lo que les separa, tomando como base el acuerdo de investidura que firmaron socialistas y naranjas en febrero. El Programa para el Gobierno de España, que es la primera propuesta con cierto detalle que dan a conocer los populares desde el pasado 20-D, afronta ciertos temas hasta ahora tabúes para el equipo de Rajoy, pero pasa de soslayo por otros asuntos del pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, sin ni siquiera mención a la posibilidad de derogar parte de la reforma laboral ni a la reforma constitucional que consensuaron PSOE y Ciudadanos.

Respecto a los primeros, las medidas que sí están en los papeles, Rajoy proponer abordar un cambio en el régimen de las Sicavs, lo que abre la puerta a establecer topes de inversión máximos y fijar un límite de permanencia máximo de las plusvalías acumuladas sin que tributen, como propone el PSOE.

Además, el PP no se cierra a negociar un control más abierto, de forma que cualquier ciudadano pueda invertir en ellas, como pide Ciudadanos, o devolver a Hacienda el control de estos instrumentos e intensificar las inspecciones, como reclaman ambos.

Hasta ahora, el PP había pasado de puntillas por el caso de las Sicavs, un tema complejo que lleva diez años entre los asuntos polémicos de la agenda política. Si bien es cierto que el programa popular hacía referencia a estas sociedades, tan sólo planteaba fijar un porcentaje mínimo de participación.

Ahora, sin embargo, Rajoy está dispuesto a abordar con más detalle un asunto que mantiene en vilo al capital inversor del país. Tocar la tributación de las Sicavs, ahora en el 1%, o aumentar su control, es algo que ya insinuó en 2009 el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, sin que finalmente se atreviese a tocar el régimen, por sus posibles consecuencias en la fuga de capitales y en la huida de los grandes inversores.

'Mochila austríaca'

El documento, más allá de los mínimos urgentes de techo de gasto, nuevos objetivos de déficit público y los Presupuestos Generales del Estado de 2017, incluye medidas en distintos ámbitos. En el laboral, el PP propone negociar la creación de un fondo de capitalización para los trabajadores que incluya la indemnización por despido e insiste en el modelo austríaco, un claro guiño a C's. También plantea reforzar la formación para el empleo, implantando el cheque formación.

Por otro lado, incluye la posibilidad de cambiar la Ley de Segunda Oportunidad o combatir la morosidad empresarial con mayores sanciones por el incumplimiento en los plazos de pago. En el marco financiero, ofrece revisar el marco jurídico de los instrumentos de financiación y productos financieros, así como reforzar el control sobre las cláusulas abusivas.

En relación a los autónomos, el PP solicita pactar una revisión del régimen de cotizaciones y una rebaja de tributación a los nuevos profesionales, mientras que en el terreno de lucha contra la corrupción propone a PSOE y C's reducir los aforamientos, el cese de altos cargos por apertura de juicio oral y la reforma de la Ley de Contratos del sector público.

Las ausencias

La ambigüedad del documento no esconde, sin embargo, las ausencias y puntos de fricción programáticos con los dos destinatarios. Por ejemplo, no menciona la petición de PSOE y C's de aprobar una Ley que impida nuevas amnistías fiscales, ni la exigencia de publicar los nombres de las personas que se acogieron a la regularización en el año 2012.

Asimismo, obvia el compromiso de Sánchez y Rivera de cambiar la Constitución, para, entre otros asuntos, resolver el desafío nacionalista en Cataluña, ni dice nada sobre otros asuntos consensuados por ambos líderes: ni sobre sustituir la reforma laboral de Rajoy con un nuevo Estatuto de los Trabajadores en el plazo de un año, ni sobre el acuerdo para recuperar del peso de la negociación colectiva.

La propuesta de Rajoy tampoco aborda las modalidades de contrato, que C's y PSOE limitaron a dos: indefinido y "estable y progresivo" con una indemnización creciente.

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