
El coste laboral de las empresas experimentó un incremento del 0,7% en 2015 tras tres años consecutivos de descenso. En concreto, según la encuesta anual publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el coste total por trabajador fue de 30.857,31 euros brutos durante el pasado ejercicio, lo que rompe la tendencia en rojo que arrastraba el dato desde el 2012.
El detalle de la estadística deja claros y oscuros en el balance del año. En el lado positivo para los trabajadores, en 2015 el salario bruto (que incluye el pago de impuestos y cotizaciones) avanzó de forma positiva por primera vez desde la reforma laboral y alcanzó su cifra más alta en la serie histórica del INE, que empieza en el año 2008 con la primera elaboración de la Encuesta Anual de Coste Laboral. En concreto, creció un 1,1%, hasta los 22.851 euros (un 74,1% del coste total), y superó el máximo de 2011.
En el extremo negativo para el trabajador, aunque positivo para las cuentas de las empresas, las indemnizaciones por despido, que cayeron hasta su nivel más bajo en los ocho años analizados, 249,96 euros. El descenso ha sido progresivo desde el 2011, cuando se abarató el despido, hasta el punto de que hoy un trabajador cesado cobra menos de la mitad de lo que recibía hace cuatro años, cuando ascendía a los 530,37 euros.
Desgranando datos por autonomías, el coste laboral más alto se dio en Madrid (36.732 euros), País Vasco (35.768) y Cataluña (32.310). Por sectores, la actividad económica con menor coste laboral fue la hostelería, con 18.729 euros.