
Los impuestos volverán a ser una de las claves de la negociación.
El departamento que lidera Oriol Junqueras no descansa. Si hace menos de dos meses anunciaba un nuevo Anteproyecto de Presupuestos -que ni siquiera se ha debatido en el Parlamento catalán porque todos los partidos de la oposición, incluso la CUP, presentaron una enmienda a la totalidad- ya piensa en los próximos.
No existe una fecha para que la nueva propuesta vea la luz, pero no deberían demorarse mucho tiempo, porque van a jugar un papel clave en la moción de confianza a la que Carles Puigdemont se someterá en septiembre.
Según explicaron ayer tanto Oriol Junqueras, vicepresidente y conseller de Economía y Hacienda, como Neus Munté, portavoz de la Generalitat, si Carles Puigdemont supera el examen (previsto para después del 11 de septiembre), lo hará porque el partido que le apoye también permitirá que salga adelante el proyecto de Presupuestos para 2017. Es evidente que no quiere volver a arriesgarse con la CUP. No obstante, los cuperos, ya respondieron ayer que, en su opinión, las dos cosas son diferentes y no están ligadas.
No obstante, este debate puede alargarse ya que, por ahora, la Conselleria de Economía no puede presentar un Anteproyecto de Presupuestos para 2017, porque aún no conocen los ingresos por transferencias del Estado. Previsiblemente, el dato se anunciará en los últimos días de este mes.
En enero, los anticapitalistas apoyaron con sus votos la investidura de Carles Puigdemont, pero después bloquearon la tramitación de unos nuevos Presupuestos para 2016, en los que se aumentaba el gasto social. Desde entonces, el Gobierno catalán les culpa públicamente de haber impedido poner en marcha medidas, como el plan de choque.
En paralelo, el no tener unos nuevos Presupuestos ralentiza la hoja de ruta independentista. Por ejemplo, una de las consellerias que se ve más afectada es la que dirige Raül Romeva, que ha tenido que ralentizar la apertura de ?embajadas? catalanas. Asimismo, limita el despliegue de la Hacienda catalana.
El Tribunal Constitucional también ha puesto su grano de arena y la semana pasada declaró que era inconstitucional que la Agencia Tributaria catalana tuviera el objetivo de asumir mayores competencias en el futuro. No obstante, la Generalitat negó que esta decisión impactara en el día a día.
El quid de la desobediencia
La CUP, para retirar su enmienda a la totalidad del Anteproyecto de Presupuestos de 2016, exigía retocar ciertos impuestos. Entre ellos, quería ampliar el tramo alto del IRPF para reducir el mínimo, pero también replantear Sucesiones o Patrimonio y mostrar signos claros de desobediencia. El Govern se negó, aunque se mostró dispuesto a recuperar impuestos suspendidos por el Constitucional en la Ley de Acompañamiento.