
Este año, una investigación periodística, Spotlight, se hacía con el Oscar a Mejor Película. Unos meses después, salían a la luz los papeles de Panamá, la mayor filtración de datos jamás aportada por profesionales de la información.
Una realidad que ha puesto de manifiesto la importancia de la investigación en las organizaciones mediáticas como "una salida de la crisis", tal y como apunta Frederik Obermaier, uno de los autores del libro que narra la crónica de esta investigación junto a su compañero Bastian Obermayer, ambos del periódico alemán Süddeutsche Zeitung (SZ). En ella han participado 400 periodistas de todo el mundo, encabezados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Fuente anónima
El proceso comenzó con un mensaje anónimo en el que un tal John Doe (expresión inglesa que significa fulano de tal), escribía: "¿Te interesaría recibir unos datos? Me gustaría compartirlos". Así arrancó una investigación que, tras el contraste de los documentos y su cruce con otras fuentes, ha descubierto el nombre de decenas de personalidades -políticos, empresarios, actores, futbolistas, jefes o ex jefes de Estado-, relacionadas con sociedades offshore, gestionadas desde el despacho panameño Mossack Fonseca.
Aunque el hecho de tener este tipo de firmas no es ilegal, Obermaier señala que "deberíamos ser conscientes de que, si una parte de la sociedad está ocultando miles de millones de euros de impuestos, ese dinero falta en alguna parte". Otra de las principales preocupaciones es el uso que se hace de él. "Hemos encontrado muchos rastros de comerciantes de armas o droga, incluso un caso en España: Arturo del Tiempo Marqués".
A ello se une una situación de desigualdad económica que afecta cada día a más personas y que, según los autores del libro Los papeles de Panamá. El club mundial de los evasores de impuestos, habría llevado a su fuente a querer mostrar una información en la que se refleja "cómo el sistema de offshores ayuda a acrecentar la brecha entre ricos y pobres". En este sentido, Obermaier recuerda que "cuando algunas personas consideran que no están sujetas a algunas leyes, supone un riesgo para la democracia".
Lidiar con las presiones
Junto a esta idea, los periodistas han tenido que lidiar con las presiones, la mayoría recibidas por parte de oligarcas: "Recibíamos cartas de abogados muy caros y prestigiosos de Londres y Nueva York amenazándonos con demandas de grandes sumas de dinero. Para cubrirnos, contratamos un seguro privado de hasta por lo menos 2 millones de euros", explica Obermayer.
Tras la publicación de estos 11,5 millones de documentos, el Gobierno de Panamá ha anunciado medidas en pro de la transparencia, algo que todavía está por comprobar: "No creo que Panamá se vaya a convertir en un país modélico pronto, aunque sí tendrán que ceñirse a su propuesta de compartir los datos de manera automática", explica Obermayer.
No obstante, en palabras de su compañero "estas filtraciones son una gran oportunidad ya que las autoridades podrán explicar por qué es tan importante cambiar las regulaciones y evitar que se hable mal del país". En contraposición, Obermayer indica Suecia como el país más transparente porque la información es pública.
A raíz de la filtración algunos países ya están utilizando esta información para comenzar investigaciones, por lo que "veremos más consecuencias en los próximos meses o años", concluye Obermayer.