
Los ajustes anunciados y la congelación del gasto bastarán para lograr la meta del 3,7% este año. Aznar alerta de la deuda al 100% y critica que el Ejecutivo "se haya relajado" con el desvío fiscal.
El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, aseguró ayer durante el foro Tres décadas de la economía española en la Unión Europea que el Gobierno no tiene que aprobar más recortes para cumplir con la meta de déficit del 3,7 por ciento, fijada por Bruselas para España este año. Montoro aseguró que el ajuste extraordinario de 8.000 millones que demanda la UE para reconducir las finanzas españolas "ya se está haciendo", y recordó que en 2015 el desvío fiscal se redujo precisamente en 8.000 millones, desde el 5,8 al 5 por ciento del PIB.
Fuentes del Departamento cercanas al ministro explicaron a elEconomista que este año "ya se han hecho los deberes", con la aprobación de un Acuerdo de No Disponibilidad de 2.000 millones para la Administración Central; y las medidas de corrección para comunidades autónomas con no ejecuciones presupuestarias por valor de otros 1.400 millones. Ese ajuste, sumado al efecto de un crecimiento estimado en el 2,7 por ciento, "serán suficientes" para cumplir con Bruselas, "que además nos ha dado una décima más del 3,6 por ciento que España solicitaba" en el Programa de Estabilidad remitido a Europa el pasado 29 de abril.
Ahora bien, el ministro no se refirió en ningún momento al año 2017, donde debe efectuarse parte de ese ajuste de 8.000 millones. "Será el nuevo Gobierno el que deba hacer esfuerzos", afirmó Montoro durante el foro, si bien sugirió que con la contención del gasto público podría ser suficiente para llegar al 2,5 por ciento que exige Bruselas, y que de facto supondría que España vuelve a cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento por primera vez desde el año 2008.
Más tarde, y en declaraciones a los periodistas, el titular de Hacienda insistió en que el futuro Ejecutivo "debe estar comprometido con la reducción del déficit y con la austeridad en el gasto", haciendo eso compatible con "más bajadas de impuestos". En este sentido, cabe recordar que la rebaja de IRPF y Sociedades aprobada entre 2015 y 2016 ha tenido un impacto de 9.000 millones sobre ingresos, cifra casi similar a la del desvío en que incurrió España en el déficit (5 por ciento frente al 4,2 por ciento que había comprometido).
Durante su discurso en el foro, organizado por el Consejo General de Economistas de España, Montoro dio muestras de un cierto cambio de discurso: si antes el equilibrio presupuestario era el elemento más importante para devolver a un país "a la senda de la recuperación del crecimiento y del empleo", ahora lo "fundamental" es la estabilidad económica. Un alegato parecido al que ha venido sosteniendo en los últimos tiempos el ministro de Economía, Luis de Guindos, pendiente de que Bruselas nos librara de más ajustes para proteger el crecimiento del 3 por ciento.
Quien no pareció mostrarse en absoluto de acuerdo con esa tesis es el expresidente del Gobierno, José María Aznar. En el mismo acto que Montoro, aunque sin cruzarse con él, Aznar censuró el menor ritmo de ajuste. "Quiero decirlo con claridad: relajar la corrección del déficit es un error", aseguró, justo después de alertar de que un país que supera el 100 por cien de deuda pública, como acaba de suceder con España, "se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir".
Aznar se mostró partidario de aprovechar "el buen momento económico" para alcanzar el equilibrio presupuestario más deprisa, como él mismo hizo a partir de 1996, creando cinco millones de empleos a través de una política de fomento de la inversión privada y recorte del gasto público. Unas consideraciones que en La Moncloa sentaron especialmente mal, ahora que España se juega la posibilidad de una multa europea de 2.000 millones por incumplir las reglas fiscales.
Santamaría responde a Aznar
A Aznar le contestó, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta en funciones Soraya Sáenz de Santamaría. "Para nosotros, el cumplimiento de la senda de consolidación fiscal es también crecimiento y empleo", aseguró, augurando que España cumplirá sus compromisos este año y el que viene.
La vicepresidenta, además ,certificó las palabras previas del ministro Montoro y dio por hecho que no serán necesarios nuevos ajustes, "ni siquiera" en el año 2017 si se contiene el gasto público.