Economía

Lagarde no hace sonar las alarmas de una crisis pero se declara en alerta

En la rutinaria rueda de prensa que marca el pistoletazo de salida a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional, su directora, Christine Lagarde echó mano del poeta Robert Frost para definir el estado actual de la economía global. ?El sol es cálido pero el viento sopla gélido?, dijo la máxima funcionaria de la institución al referirse al tímido crecimiento mundial del 3,2% proyectado por sus funcionarios y las casi 200 millones de personas en paro que esperan encontrar un empleo.

"Estamos en estado de alerta pero no de alarma" aclaró Lagarde al hacer referencia a la retahíla de riesgos que amenazan el avance económico. Desde los balances no saneados en muchas economías avanzadas hasta el impacto de la caída de las materias primas en los mercados emergentes, donde el apalancamiento empresarial y la volatilidad de los flujos de capital tambaleaban a los mercados financieros a comienzos de año.

Una vez más, la máxima funcionaria de la institución, quien recordemos repetirá en un segundo mandato al frente del Fondo, al igual que su brazo derecho, David Lipton, hizo hincapié en las tres receta que deben derribar el status quo y acelerar el crecimiento. En primer lugar destacó el diseño "inteligente" de reformas estructurales. Por otro lado, el uso políticas fiscales que comulguen con el crecimiento y fomenten la inversión en infraestructuras. En último lugar recomendó una política monetaria que apoye la demanda, aunque ésta no puede ser el único pilar de apoyo.

Obviamente, entre las tormentas que pueden hacer sombra al soleado escenario está el referéndum en Reino Unido sobre su permanencia en la Unión Europea. "Ha sido un largo matrimonio y mi deseo personal es que no se rompa", reconoció la directora del FMI, quien añadió que como en todo buen matrimonio "las conversaciones pueden ayudar". Sin embargo, recalcó que la materialización de un Brexit "es una preocupación seria" que genera mucha incertidumbre.

Sin salir del Viejo Continente, Lagarde también contestó a las preguntas sobre Grecia. En un foro posterior dejó claro que el Fondo "no tiene intención alguna de abandonar la Troica" pero matizó que su apoyo podría cambiar. Previamente, la ex ministra de Economía y Finanzas gala reiteró que sus objetivos para la economía helena son "la estabilidad, la sostenibilidad y en última instancia la soberanía del país". "Nuestra posición se mantiene, el programa debe ser realista y sostenible, pero lo último que necesita Grecia en estos momentos es el retraso en la toma de decisiones", sentenció.

Otro de los temas candentes durante las últimas jornadas ha estado centrado en las repercusiones tras las filtraciones de los "papeles de Panamá". "Obviamente esta situación supone un riesgo cuando parece que la responsabilidad tributaria sólo atañe a algunos", dijo Lagarde, quien durante la grabación del programa HardTalk de la BBC, tuvo que defender ante su presentador, Stephen Sackur, el hecho de que ella, como los empleados del Fondo y otras instituciones internacionales están exentos de pagar impuestos. "No juzgo la legalidad o ilegalidad pero el resultado es que los papeles de Panamá ponen de manifiesto que el intercambio automático de información fiscal está incompleto", explicó al mismo tiempo que determinó la necesidad de ir más allá y cerrar las distintas lagunas.

Defiende que los empleados del FMI estén exentos de impuestos

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, participó en la grabación del programa HardTalk de la BBC, donde la funcionaria tuvo que defender ante su presentador, Stephen Sackur, el hecho de que ella, como los empleados del Fondo y otras instituciones internacionales están exentos de pagar impuestos. "La exención de impuestos está reflejada en los salarios", justificó alegando que en el caso del FMI como otras organizaciones internacionales, los empleados no pagan impuestos dada la fracturación tributaria entre los gobiernos. Dicho esto, aseguró que ella paga impuestos en Francia.

Sackur criticó a la directora gerente del FMI por pedir una mayor transparencia fiscal y no pagar impuestos sobre el salario que recibe de la institución, que asciende hasta los 467.940 dólares anuales más una prima 83.760 dólares que no requiere ser justificada. Es decir, su salario sobrepasa al del propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El presentador de la BBC también sugirió que el FMI podría fomentar esta situación al ayudar económicamente a países cuyos líderes han intentado evadir impuestos. En este sentido, Lagarde señaló que la institución "no ayuda a los presidentes o mandatarios" cuando aprueba líneas de financiación a alguno de sus países miembros sino "a la población del país". La mandataria, quién fue aplaudida ante esta aclaración, dijo que cuando el Fondo ofrece un programa, lo hace para garantizar la sostenibilidad del país en cuestión.

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