
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, ha reconocido hoy que no estuvo "afortunado" cuando dijo que la recesión puede servir para "limpiar la economía", pero rechazó que se vincule esa declaración a una falta de preocupación por el empleo o la situación de las empresas.
Tras conocer que la Comisión Europea vaticina que España entrará en recesión en el segundo semestre del año, Solbes señaló ayer que si la recesión "sirve para limpiar la economía y remontar la situación, no tiene la mayor importancia"
Críticas 'populares'
Desde el PP, el portavoz económico en el Congreso, Cristóbal Montoro, lamentó hoy que el Gobierno piense que la recesión es "buena" y advirtió de que conllevaría la destrucción de "miles" de empleos y la merma de poder adquisitivo de los trabajadores, familias y pensionistas.
Montoro también avanzó que su grupo parlamentario planteará la próxima semana en el Congreso de los Diputados una moción consecuencia de la interpelación que ya interpusieron en materia de financiación.
En este sentido, el PP reiteró que España es "especialmente vulnerable" a la crisis financiera internacional debido a su "abultado" déficit exterior, que se sitúa en torno al 10% del Producto Interior Bruto (PIB).
Idea de fondo
En declaraciones a los periodistas a su llegada al encuentro informal de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) que hoy comienza en Niza, Solbes admitió que no estuvo "afortunado en la forma, pero la idea de fondo era muy clara".
Así, explicó que, cuando la economía cae, hay que aprovechar para adoptar las reformas necesarias que permitan crecer con más potencia y fuerza. "Vincular eso a falta de preocupación por el empleo o las empresas es totalmente ridículo", recalcó.
Subrayó que, "si algo ha demostrado este Gobierno en estos meses de dificultad, ha sido su enorme preocupación por las empresas y los ciudadanos".