Economía

Álvarez escora a UGT a la izquierda y aviva el debate sobre el derecho a decidir catalán

El nuevo líder del sindicato por un Gobierno de PSOE y Podemos que derogue la reforma laboral

Cuando el próximo 20 de mayo Josep María Álvarez cumpla 60 años, llevará más de la mitad de su vida afiliado al sindicato y más de un cuarto de siglo ejerciendo como su principal responsable en Cataluña. El nuevo líder de UGT aterriza en la secretaría general en un momento especialmente complicado, en medio del descrédito ciudadano que han generado los distintos casos de corrupción en los que se han visto inmersos algunos de sus dirigentes, y con una importante reestructuración por delante para reducir el número de federaciones sectoriales. ?Pepe?, como le conocen en el sindicato, ha defendido abiertamente el derecho a decidir en Cataluña, que no la independencia -a través de su participación en distintos actos reivindicativos- y se ha mostrado partidario de que la gran coalición de izquierdas (liderada por el PSOE, junto a Podemos, IU y Compromís) gobierne el país.

Precisamente Álvarez reclamó a esa mayoría de izquierdas que plante cara a las preocupaciones de los ciudadanos y derogue, sin miramientos, la reforma laboral aprobada por el PP. Ésta fue una de las líneas centrales de su primer discurso como cabeza visible de UGT. La sola referencia a la gran coalición de izquierdas ya suponía un primer distanciamiento con su antecesor, Cándido Méndez, que en los últimos tiempos venía valorando a los Ciudadanos de Albert Rivera como una opción nada desdeñable para formar un gobierno con el PSOE.

Atajar la corrupción

Asturiano de nacimiento (vino al mundo en la localidad de Belmont en 1956), catalán de adopción, dicen de él quienes le conocen que es un hombre cordial y cercano. Estas cualidades, unidas a su dilatada experiencia dentro del sindicato, bien pueden serle útiles para atajar algunos de los males que han venido lastrando la imagen de la organización -que ha sufrido una caída en el número de afiliados en el entorno del 12 por ciento desde el año 2002-.

El primero de esos desafíos tiene que ver con la corrupción. Escándalos que pasan por la supuesta financiación ilegal del sindicato a través de los cursos de formación, por la emisión de facturas falsas, los presuntos pagos realizados en B, o el hecho de haberse financiado de forma irregular durante al menos una década, tal y como demostró la juez Mercedes Alaya en el marco del caso de los ERE. El ex secretario de Organización de UGT Andalucía, Juan Lanzas (conocido como el conseguidor) creó un entramado de sociedades pantalla y una red de testaferros. El segundo cambio pendiente tiene que ver con la reducción de la estructura del sindicato.

Adelgazar su estructura

Una vez culmine, este proceso de adelgazamiento supondrá el mayor cambio en la conformación de UGT desde finales de los años veinte del siglo pasado. El propio Álvarez ha incidido en que la reducción de seis a tres en el número de federaciones ?no es un proceso de centralización, sino de descentralización?, en tanto que los sectores seguirán teniendo un papel clave de la acción sindical.

En concreto, la nueva Comisión Ejecutiva tendrá de plazo hasta el próximo 22 de mayo para zanjar esa integración. Ya a más largo plazo, Josep María Álvarez tendrá cuatro años al frente de la secretaría general para impulsar la transformación de UGT.

El decimotercer líder de la organización, desde que ésta se fundase en agosto del año 1888, podrá mantenerse como máximo en el cargo hasta el año 2028. El motivo es que en el anterior Congreso Confederal del sindicato, celebrado hace ya tres años, la organización decidió limitar el número de mandatos de su responsable a tres.

Un total de trece personas conformarán la Comisión Ejecutiva diseñada por el nuevo secretario General.

Una ejecutiva a la catalana

Son siete hombres y seis mujeres, entre los que se incluyen los responsables de la organización en La Rioja y en la Comunidad Valenciana, Cristina Antoñanzas y Gonzalo Pino, que serán el nuevo responsable de Política Sindical y la vicesecretaria general, respectivamente.

Además, Álvarez incorpora en su ejecutiva a cinco personas ligadas a la organización en Cataluña, incluyendo a dos sindicalistas que forman parte de la Ejecutiva de UGT Cataluña. Son el vicesecretario general de la organización catalana, Diego Martínez y la responsable de Formación, Adela Carrió, que pasarán a ser secretarios confederales sin área específica.

También están ligados a la organización en Cataluña Amparo Burgueño, que es la responsable de enseñanza de UGT en esta autonomía y que ocupará, además, un cargo de secretaria confederal sin un sector específico; y Salvador Duarte, secretario de Emprendimiento de UPTA y responsable de la organización de autónomos de UGT en Cataluña CATC. En adelante Duarte ejercerá la labor de tesorero del sindicato.

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