Economía

El Gobierno castiga a las empresas al congelar la inversión en el exterior

El Gobierno, que tan pródigo es a la hora de disparar el crecimiento del gasto público en medidas de corte populista, ha decidido aplicar los programas de austeridad y de ajuste ante la crisis justo en las políticas que más pueden ayudar a combatirla, las relacionadas con el fomento de la inversión y el apoyo al crecimiento de la actividad, el consumo y la creación de empleo.

A esta premisa responde el techo del 3,5% impuesto al gasto presupuestario para 2009, 4 puntos inferior al de este año, y del que se excluye lo que Zapatero considera "compromisos sociales básicos"; o la caída de 45% en la licitación de obra pública dependiente de Fomento; a las que se añade ahora la congelación real de las dotaciones presupuestarias para los programas de promoción exterior e internacionalización de las empresas españolas.

Ésta es la propuesta inicial de Economía en el proyecto de presupuesto del Estado para el próximo ejercicio, que, salvo cambios imprevistos, va a mantener las mismas cantidades asignadas para 2008 al sector exterior, lo que supone una caída real por el impacto de la subida de la inflación.

Es decir, "cero zapatero" para impulsar el comercio y las inversiones españolas en el extranjero, justo cuando la más elemental lógica económica para épocas de crisis aconseja compensar la caída de la demanda interior con el impulso a la demanda externa.

Y como ahora la crisis ya es oficial y Zapatero se ha presentado voluntario para explicarla en el Congreso, los responsables de la Administración Comercial -siguiendo las instrucciones del ministro- están preparando una batería de proyectos para poner en marcha antes de final de año y que, posiblemente, formarán parte de las propuestas que acompañarán el miércoles la intervención del presidente del Gobierno.

Planes como el Made in Spain en EEUU, el de desarrollo de mercados de los países del golfo Pérsico, el China plus o la Reforma del Sistema Financiero de la Internacionalización. Todos ellos necesarios, diseñados con un esquema lógico, acompañados de propuestas de actuación correctas y eficaces, pero con dos defectos básicos: ni son nuevos (son los mismos que diseñó el equipo de la Secretaría de Estado de Comercio en la anterior legislatura), ni disponen de recursos presupuestarios adicionales para hacerse.

Una nueva versión de la estrategia zapaterista de ocultar la falta de soluciones con mucho marketing y anuncios efectistas, y que choca frontalmente con las propuestas de los empresarios que tanto a nivel personal como desde la patronal CEOE, Cámaras de Comercio y Club de Exportadores e Inversores Españoles están demandando al Gobierno medidas y apoyos para dinamizar las exportaciones y la inversión exterior como una de las alternativas más sólidas "para cambiar un modelo económico basado en la especulación y dar paso a una economía productiva basada en la competitividad".

En esta línea, algunas de las principales asociaciones sectoriales de CEOE se han dirigido al ministro de Industria para exigir que se aumenten los recursos económicos para promoción exterior y la dotación presupuestaria del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex).

Entre las asociaciones que lideran este movimiento destacan las de Alimentación y Bebidas (FIAB), Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (Aetic), Bienes de Equipo (Sercobe), Industria Audiovisual, Confección y calzado (Fice).

Mensaje a Sebastián

Precisamente los presidentes de estas dos últimas organizaciones, Ángel Asensio y Rafael Calvo, se han dirigido por escrito a Miguel Sebastián para recordar al ministro de Industria -y también de Comercio, aunque se note poco- que "la contención del gasto público no implica reducir el gasto social, ni la inversión en infraestructuras, ni el impulso económico a actuaciones empresariales generadoras de riqueza como las relacionadas con la internacionalización; sino considerar (y esto vale también para las autonomías) que no se puede actuar como rico cuando no se es".

Para el presidente de Fice, entre las medidas de política económica anunciadas por el presidente del Gobierno para combatir la crisis, "se echan de menos las destinadas a favorecer la internacionalización de las empresas, imprescindible en una economía globalizada".

Asegura Rafael Calvo que el Icex "es la principal institución destinada a favorecer esa internacionalización y debe tener los recursos suficientes para impulsarla." Es por ello que el Gobierno "debería comprometerse a incrementar sustancialmente las partidas presupuestarias destinadas al Instituto, con objeto de apoyar a las empresas en lo que hoy constituye su principal objetivo: ser competitivas a través de la internacionalización".

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