Economía

Estalla la tercera guerra mundial entre Europa y EEUU

El torneo será visto por 750 millones d epersonas en todo el mundo. Foto:eE
Hoy es el día D. El día en que la armada estadounidense desembarca en Europa dispuesta a conquistarla. En esta ocasión, el lugar del desembarco no es Normandía, sino el K Club de Straffan, una pequeña localidad irlandesa, a 30 kilómetros de Dublín.

El escenario de la batalla tampoco es una playa, sino un green, pues arranca la Ryder Cup. No es un simple torneo del golf, es una guerra de tres días a campo abierto que estalla cada dos años entre las dos potencias mundiales, Estados Unidos y Europa, que en esta ocasión, además, deberán enfrentarse a los elementos: la tormenta tropical Gordon.

Sólo eso explica que la Ryder levante pasiones entre gentes que jamás han pisado un green y sea seguido por 750 millones de personas por televisión en todo el planeta. Y sólo eso explica que los mejores golfistas del mundo, acostumbrados a medir su eficacia según los jugosos premios en metálico que ganan, no quieran perderse esta cita bienal entre 18 hoyos, pese a que no percibirán un euro por participar.

En juego sólo está el honor patrio y el prestigio de los doce hombres del patíbulo que componen cada bando, amén de llevarse hasta la siguiente edición un trofeo de oro de 43,18 centímetros de alto y con un valor de 20.500 euros, coronado por una figura representativa de Abe Mitchell, el entrenador que enseñó a jugar a Samuel Ryder, fundador de la competición en 1927.

El mejor jugador y pagado

De la Ryder se dice que es la copa del mundo oficiosa del golf y que engrandece la leyenda de quienes la juegan. De ahí el hambre de victoria con que el mejor golfista de la última década (con 70 torneos en sus vitrinas, 12 de ellos de Gran Slam), el estadounidense Tiger Woods, ha acudido a esta edición, la 36ª, la primera que se disputa en Irlanda. Y eso que no verá un céntimo. Ni falta que le hace, pues es el que más gana del circuito, 179 dólares por minuto, cuando un hogar norteamericano medio ingresa ocho centavos en el mismo tiempo.

El Tigre quiere resarcirse de sus pobres actuaciones en las cuatro ediciones previas que ha disputado y evitar que Europa logre un hito histórico, tres triunfos consecutivos, tras lograr los de 2002 y 2004. No lo tendrá fácil: lidera un equipo con demasiados novatos (cuatro) y enfrente tendrá a 12 veteranos, entre los que se encuentran Chema Olazábal y Sergio García, el Niño.

EEUU ganó su última Ryder en 1999, y por los pelos, pese a jugar en casa. La de 1997 se celebró en España, en el gaditano campo de golf de Valderrama. Esa fue la primera y, hasta ahora, única vez que la Ryder pisó suelo de Europa continental. Y, como no podía ser de otra forma, la ganaron los europeos, capitaneados por el mejor golfista español de todos los tiempos, Severiano Ballesteros. Además, significó el debut y consagración del Niño.



Más afición y dinero en España

La edición de Valderrama es un claro ejemplo de que con la Ryder todo el mundo gana dinero menos los jugadores. El torneo supuso unos beneficios de 74 millones de euros para Andalucía. También disparó la afición por el golf en España. Desde 1997, el número de federados crece a un ritmo anual del 12 por ciento, rondando ya los 280.000, unos 100.000 más que cinco años antes. Como consecuencia, el dinero que mueve este deporte en España cada año se ha cuadruplicado desde entonces, hasta 2.375 millones. De esta cifra, 1.795 millones los mueven el sector inmobiliario y el turismo.

Pero la industria del golf española está aún bastante lejos de las de Estados Unidos y el Reino Unido. En EEUU, el golf ocupa el tercer lugar en el ranking de industrias, generando 37.110 millones de euros, y el 12 por ciento de los habitantes, unos 27 millones, están federados. E Inglaterra sigue contando con un 40 por ciento del total de jugadores y campos de toda Europa.

Una mina de oro

En Irlanda se estima que la Ryder Cup dejará 20 millones de euros de beneficios directos, fruto de patrocinios, derechos de televisión y entradas. Los expertos esperan unos ingresos extra de 100 millones gracias a la presencia de Woods. Y es que el Tigre es una industria por sí solo: Nike empezó a fabricar juegos de palos por él y le paga 20 millones de euros al año por usarlos.

No es de extrañar que los responsables de la Ryder se planteen ampliar la duración de la competición un día para elevar los ingresos, y que algunos golfistas, principalmente los norteamericanos, han dicho que desean participar en las ganancias del torneo. Por lo pronto, como novedad, cada miembro del equipo europeo tendrá 6.000 euros para cubrir los gastos de sus familiares directos en el K Club.

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