Un exhaustivo estudio de ?Tax Foundation? ve más empleo y PIB si triunfan Trump o Ted Cruz
A ritmo del Revolution de los Beatles, el díscolo empresario Donald Trump aseguraba a sus fervientes feligreses en New Hampshire su intención de convertirse ?en el mayor presidente creador de empleos que Dios haya creado nunca?. Una egocéntrica euforia fruto de su primera victoria electoral en la intensa guerra por la nominación a la Casa Blanca. Un pulso donde por ahora su principal adversario entre los republicanos es el senador por Texas, Ted Cruz, con el que comparte el hecho de no ser apoyado por el establishment de su partido.
Es cierto que Trump es quien más empleo generaría en el caso de llegar a la Casa Blanca. Según el profundo análisis realizado por la Tax Foundation, un think tank con sede en Washington, el plan fiscal de este multimillonario sumaría 5,3 millones de puestos de trabajo en diez años. Un nivel que aventaja al de Cruz, cuya hoja de ruta incluye la propuesta de eliminar el Servicio de Ingresos Internos, el equivalente al Ministerio de Hacienda español, y la creación 4,9 millones de empleos. Aún así, el senador de Texas, quien ha defendido medidas peculiares como la de auditar a la Reserva Federal, aventajaría al empresario en términos de crecimiento, con una expansión del PIB del 13,9 por ciento durante los próximos 10 años frente al 11,5 de Trump.
?Hay más palabras en nuestro código tributario que en la Biblia y ninguna de ellas es tan buena?, ha llegado a espetar Cruz. Su propuesta estrella llega a través de su Tarifa Plana Fiscal, con una tasa impositiva lineal del 10 por ciento. Este porcentaje se aplicaría a todos los ingresos individuales además de incrementar la deducción estándar hasta los 10.000 dólares por contribuyente. También apuesta por crear cuentas de ahorro libres de impuestos hasta un máximo de 25.000 dólares anuales. Del lado corporativo, el candidato opta por eliminar el impuesto de sociedades y crear un nuevo impuesto del 16 por ciento sobre todos los beneficios, alquileres, royalties y salarios de las compañías. Cruz también quiere implantar una tarifa de repatriación del 10 por ciento.
Las fórmulas de Cruz y Trump respaldan el manual republicano de bajar impuestos y reducir el papel del Estado. Así, el empresario reduce las siete brechas actuales en el código tributario para los ciudadanos a un total de cuatro (0, 10, 20 y 25 por ciento). Así, los individuos que más dinero ingresen pagarían un máximo del 25 por ciento, y los que menos, no tendrán que rendir cuentas con el fisco.
Menos empleo y caída del PIB
Al otro lado de la trinchera se sitúan la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el senador demócrata por Vermont, Bernie Sanders. Según el análisis realizado por la Tax Foundation, sus propuestas fiscales destruirían empleos en la próxima década, alrededor de 300.000 en el caso de Clinton y de 5,9 millones en el caso de Sanders. La economía estadounidense sufriría una contracción, del 1 por ciento en el caso de Clinton y del 9,5 por ciento en el caso de Sanders, quien ha sido criticado duramente por su adversaria por su plan de sanidad universal. ?Nuestro programa Medicare para todos ahorraría una media de 5.000 dólares al año a una familia de clase media?, aseguraba el senador en su último cara a cara con Clinton, quien incidió en que ?los números no casan?. Una afirmación que coincide con el análisis del Comité para un Presupuesto Federal Responsable, que estima que las subidas de impuestos dentro del plan de Sanders sólo cubrirían el 75 por ciento del coste de su plan de salud, lo que dejaría un agujero de 3 billones de dólares en el presupuesto federal durante la próxima década?.
Dudas que todavía tienen tiempo de ser resueltas y matizadas a medida que los candidatos continúan con su contienda electoral, donde las miras están puestas ya en Carolina del Sur. Según la web RealClear Politics, la media de todos los sondeos realizados hasta la fecha ofrecen a Trump un 35,7 por ciento de los votos frente al 18,7 por ciento para Cruz. Dentro del campo demócrata, Clinton arrebataría su segunda victoria a Sanders con el 62 por ciento de los votos frente al 32,5 por ciento.