
Getafe (Madrid), 12 feb (EFE).- La última jornada del juicio por la actuación en la huelga general de 2010 de los sindicalistas llamados "los ocho de Airbus" ha dado comienzo en la sala de lo penal número 1 de Getafe, con la previsión de que el magistrado Abel Téllez deje el proceso visto para sentencia.
Los encausados han entrado en la sala acompañados por varias decenas de personas -al grito de "sí se puede" y "no son ocho, somos miles"- entre las que se encontraba el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
En el día de hoy, los abogados de los acusados presentarán sus conclusiones respecto de lo ocurrido en el tribunal desde el pasado martes, cuando el juicio dio comienzo entre una gran expectación mediática y marcado por la presencia de numerosos representantes políticos de partidos como PSOE, Podemos e Izquierda Unida.
Además, la fiscal ha hecho asimismo su propia valoración de los testimonios y las pruebas presentados y ha modificado su petición inicial, de ocho años y tres meses de prisión para cada uno de los acusados.
En ese sentido se manifestó ayer el portavoz de los sindicalistas, José Alcázar, que indicó que esperaba que el Ministerio Fiscal retirase los cargos a algunos de los acusados y que hiciera una petición inferior de pena para el resto.
Alcázar hizo estas declaraciones tras la vista de ayer, en la que declararon testigos de la defensa y médicos forenses y se visualizaron varios vídeos de los hechos, que consideró que probaban que la actitud de los imputados "no se corresponde con la acusación" que pesa sobre ellos, de delitos de atentado, lesiones y contra el derecho de los trabajadores.
El primer día testificaron los acusados, que negaron en todo momento haber impedido el paso a los empleados que deseaban acceder a su puesto de trabajo el día de la huelga, ni haber insultado o agredido a los policías antidisturbios que se encontraban en la fábrica en aquel momento.
Unas declaraciones similares a las de los testigos de la defensa y que chocaron con las de los agentes antidisturbios que, si bien no coincidieron en el reconocimiento de los acusados, sí lo hicieron al afirmar que el piquete había impedido la entrada a trabajadores y que miembros del mismo agredieron tanto a estos como a ellos.