
El presidente de EE.UU., George W. Bush, ordenó hoy liberar crudo de la Reserva Estratégica, a petición de las petroleras, para atender la demanda causada por el huracán "Gustav", y prometió ayuda para los cientos de miles de evacuados.
Bush, criticado hace tres años por su lenta respuesta al desastre que causó el huracán "Katrina", se reunió hoy en la capital de Luisiana, Baton Rouge, con el gobernador Bob Jindal y con los servicios de emergencia para supervisar las actividades de ayuda a la población y el restablecimiento de los servicios.
"Una compañía petrolera con operaciones en Luisiana solicitó anoche petróleo de la Reserva Estratégica y he ordenado que se entregue el crudo", dijo Bush a la prensa después de visitar un centro de Emergencias de Luisiana. "Se ha liberado petróleo de la Reserva Estratégica y lo seguiremos haciendo si las compañías lo requieren", subrayó.
Esta era una de las posibilidades que barajaba el Departamento de Energía la semana pasada para evitar que volvieran a repetirse los problemas de abastecimiento de hace tres años tras el "Katrina".
Un suministro clave
La Reserva es una salvaguarda clave para asegurar el suministro de crudo en Estados Unidos y cuenta actualmente con 707,2 millones de barriles de petróleo.
Bush comprobó de primera mano la gran cantidad de árboles y postes caídos por toda la zona como consecuencia del "Gustav", que a su paso dejó sin energía a más de 750.000 personas.
El presidente dijo que aunque "todavía hay mucho trabajo por hacer" -como el restablecimiento completo de la electricidad- "la primera fase de respuesta a el 'Gustav' ha ido muy bien".
De hecho, esta mañana comenzó el retorno hacia el sur de cientos de miles de personas que siguieron las instrucciones de las autoridades locales, que habían evacuado una franja de hasta 100 kilómetros de ancho desde Slidell (este) hasta el municipio de Cameron, próximo al estado de Texas.
Nueva Orleans, desierta
Desde el pasado sábado la ciudad de Nueva Orleans estaba casi desierta. Sólo un pequeño grupo de residentes que no acató la orden de evacuación esperaba hoy a que llegara el suministro de agua y alimentos, ya que la falta de electricidad impidió la conservación de comida en refrigeradores.
"No nos fuimos porque estamos cansados de correr por los huracanes", dijo a Efe Rodman Charles. "No tenemos dinero para irnos a otra parte y además tenemos que cuidar de otras personas", como de una vecina de edad avanzada ciega y que vive sola, contó.
El alcalde de la ciudad, Ray Nagin, dijo que hubiese preferido postergar el retorno de los evacuados porque todavía los servicios públicos no funcionan y muchos vecindarios tienen las calles bloqueadas por árboles caídos, pero enfatizó que la población quiere volver ya. "En mi humilde opinión estamos forzando el asunto, pero tendremos que lidiar con ello", dijo Nagin.
Las columnas de automóviles y camionetas, repletos con familias, animales domésticos y maletas, empezaron a entrar antes del amanecer en el municipio de Jefferson. Mientras, en la entrada del barrio del Chalmette un retén policial permitía el paso sólo a las personas que pudieran demostrar su domicilio en ese distrito.