
Grecia será el único socio del euro en recesión durante 2016. Finlandia, modelo económico durante décadas, abandonó la contracción hace solo unos meses y apenas crecerá el 0,5 por ciento este año. Francia e Italia, dos de las grandes economías de Europa, registran tasas de paro desconocidas y apenas avanzarán algo más del 1 por ciento, según la Comisión Europea.
Todos estos países tienen dos cosas en común. La primera es que se han quedado rezagados de la suave pero constante recuperación económica europea, en la que socios como España o Irlanda, con programas de rescate no tan lejanos en el tiempo, crecen a tasas superiores al 3 por ciento. La segunda se refiere a la presencia, en el Gobierno o el Parlamento, de fuerzas políticas de carácter populista y antieeuropeo que, apelando al pueblo y prometiendo medidas muy cuestionadas, han obtenido una notable influencia en el legislativo.
Grecia es el paradigma con Sryza y Alexis Tsipras, vencedor electoral en dos ocasiones el año pasado. Pese a que el tercer rescate sobre la economía helena parece encarrilado, el coste que supuso al Ejecutivo convocar un referéndum a espaldas de Bruselas fue enorme: fuga de capitales, corralito y, de nuevo, recesión. Su PIB ha caído en ocho años más de un 20 por ciento, y la tímida recuperación que empezó a notar en 2014 ya ha desaparecido.
Finlandia es otro caso llamativo. Su economía ha sufrido una virulenta doble recesión que solo abandonó tras el último verano. Los Auténticos Finlandeses, un partido de derecha extrema que sostiene al Gobierno, ha obstaculizado la vía reformista y llegó a amenazar con el boicot si el país participaba en el tercer rescate heleno. Algo parecido le sucedió al liberal Mark Rutte en Holanda con el ultra Geert Wilders y su Partido por la Libertad. Holanda y Finlandia transitan entre sobresaltos y ya han recibido sonoras advertencias por parte de instituciones y agencias de rating.
Austria, en el que el Partido por la Libertad FPO, anti Schengen, sube como la espuma y aparece en primer lugar en las encuestas; Francia, con el Frente Nacional impidiendo a los socialistas aprobar reformas como la laboral; Italia, con el PD de Mateo Renzi en cuestión por el Movimiento 5 Estrellas; Portugal, cuya prima de riesgo ha subido 90 puntos en tres meses por el tripartito que sostiene al Gobierno con un partido hermano de Podemos; Bélgica, con tensiones nacionalistas: y España, sumida en la ingobernabilidad, completan la lista de víctimas de un escenario político agitado.