Economía

La CUP 'veta' a Mas y precipita a Cataluña a sus cuartas elecciones en cinco años

  • Junts pel Sí se niega a proponer un candidato alternativo y acepta los comicios

El independentismo ha sufrido uno de los golpes más duros de los últimos años, probablemente el que más desde que esta opción se hizo notoria entre la sociedad catalana. La CUP rechazó ayer definitivamente investir a Artur Mas como president de la Generalitat de Cataluña.

Esto, sumado a la negativa de Junts pel Sí de presentar un candidato alternativo como ha pedido la CUP como única condición para pactar, deja al bloque independentista y a la política catalana en un callejón sin salida cuya única desembocadura son unas nuevas elecciones en marzo. Las cuartas tras los comicios de 2010, 2012 y 2015.

Salvo sorpresa en caso de que se convoque un pleno de investidura y Junts pel Sí logre el apoyo de un grupo parlamentario alternativo o la propia formación se eche atrás y proponga algún otro presidenciable, el próximo domingo 10 de enero quedaría disuelto el Parlament y se convocarían automáticamente nuevas elecciones.

La formación anticapitalista tomó la decisión de rechazar a Mas tras semanas de negociaciones, debates internos, asambleas. En consejo político de ayer, y tras un complejo sistema de votación, el veto al líder de Convergència fue mayoritario con 36 votos a favor, 30 en contra y una abstención.

La CUP cumple su promesa

Lo cierto es que la CUP ha acabado cumpliendo con su promesa estrella en las elecciones del 27-S, ya que su propuesta se erigió como la alternativa independentista que rehuía de las políticas de Convergència y en especial de la figura de Artur Mas.

El problema es que la propia formación no se haya roto por el camino, como ya les ha pasado al PSC o Unió, pues según explicó la diputada de la formación Gabriela Serra, cabe la posibilidad que el número uno de la CUP, Antonio Baños, dimita. A esta posible baja se le suman discrepancias por parte de algunas asambleas territoriales de la formación, que ya han expresado su desacuerdo con el resultado final, además de las voces disonantes del ex parlamentario David Fernández que pidió investir a Mas en un artículo en el diario Ara.

Aunque la CUP no da por hecho que vayan a elecciones, en su valoración política posterior a la reunión, la diputada Gabriela Serra volvió a recordar a Junts pel Sí que "aún están a tiempo para mover piezas y proponer un candidato que no sea Mas". En caso de ir a otras elecciones en marzo, Serra señaló al propio Mas como principal culpable", ya que "quien no se ha movido ha sido Junts pel Sí?.

Y es que Artur Mas repitió en su momento por activa y por pasiva que podía ser "primero o último" en el proceso independentista. Sin embargo, la semana pasada se autoproclamó como la "garantía para que el independentismo no descarrile", declaraciones que el diputado de la CUP Sergi Saladié criticó.

Semana incierta

Esta semana será una incógnita. Lo único seguro es que hoy la Mesa y la Junta de Portavoces del Parlament se reúnen para decidir si convocan o no el pleno de investidura de Artur Mas.

En caso de que se convocara la sesión de investidura, algo poco probable tras el veto, el debate empezaría esta misma tarde y Mas necesitaría mayoría absoluta para salir elegido. Para poder optar a ser investido con mayoría simple, debería esperar hasta el próximo jueves. La fecha límite será el sábado 9 de enero, día en que si Artur Mas u otro candidato alternativo no es nombrado presidente, la cámara catalana quedaría disuelta y el propio Mas no tendría otra opción que convocar elecciones.

Otra de las claves será la posición de Esquerra Republicana (ERC) que comparece ante los medios esta tarde. Allí se podrá desgranar la posición de la formación que lidera Oriol Junqueras, y que por ahora, forma coalición con Convergència bajo la marca Junts pel Sí. Aunque ERC siempre se ha mantenido junto a Mas en la tesis de no cambiar de candidato, dependerá de ellos si se presiona dentro de la cúpula para no desaprovechar la actual mayoría parlamentaria de signo independentista por mantener a Mas. Otro camino sería emprender unas nuevas elecciones autonómicas, previsiblemente en solitario, como ya hicieron en las generales pese a las intentonas de Convergència por repetir la fórmula.

Si no hay contratiempos, los catalanes volverán a las urnas en primavera, las cuartas elecciones en poco más de cinco años. Y si Mas no logra repetir la fórmula de Junts pel Sí, el final de su carrera política podría vislumbrarse en un horizonte muy próximo así como la mayoría netamente independentista.

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Comentarios 3

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Garcí­a
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Artur, muchacho ¿no te iba a ir a Canada?... pues no te lo pienses más, porque aquí ya has hecho todo lo que tenías que hacer, y la has liado buena, por tanto por tu bien y la de todos, vete a Canada chaval.

Puntuación 5
#1
Manel
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La constitucion española solo puede ser modificada con las 2/3 partes de la cámara este hecho excluye q los catalanes por población puedan influir sobre la misma,pero os empeñáis en que es nuestra constitución y hemos de cumplirla. En el parlamento español está prohibido hablar en catalán, pero queréis q sea nuestro parlamento. Sinceramente os extraña q la gran mayoría de catalanes no se sientan españoles?

Puntuación -3
#2
MINA
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Este gánster:

ESTA MAS LOCO QUE UNA CABRA DESBOCADA.

¡R.I.P!.

Puntuación 4
#3