Economía

Un Gobierno del PP en minoría y sin apoyo estable amenaza las reformas

  • Sería complejo modificar el mercado laboral o la financiación autonómica
  • Cualquier duda sobre el déficit pondría en riesgo la recuperación
Los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Ciudadanos y PP, Albert Rivera y Mariano Rajoy.

Si en algo coinciden la mayoría de las encuestas preelectorales celebradas hasta ahora es en que ningún partido obtendrá mayoría absoluta y que será necesario llegar a acuerdos para gobernar. Si a los resultados, más inciertos que nunca, sumamos el elevado porcentaje de indecisos, alrededor de un 20%, se complican las quinielas.

Tomando como referencia la última encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), sólo habría tres posibilidades del gobierno: un pacto de PP con Ciudadanos, que sumaría entre 183 y 194 diputados; un tripartito integrado por PSOE, Podemos y Ciudadanos, que oscilaría entre 185 y 217 escaños, o una gran coalición entre la vieja guardia, con PP y PSOE sumando entre 197 y 207 diputados.

A falta de una semana para la cita de las urnas, el escenario sigue abierto. No obstante, a la luz de las encuestas, la alianza que parece más probable sería un Ejecutivo encabezado por el PP y con el apoyo de Ciudadanos para investir al presidente de Gobierno. En este supuesto, ambos partidos no rubricarían un pacto de legislatura, por lo que los populares gobernarían en minoría y se verían obligados a llegar a acuerdos puntuales a lo largo de la legislatura.

La duda no vende

Una circunstancia, advierten los expertos que, como cualquier combinación sin claras mayorías, supone un escenario de inestabilidad y genera incertidumbre. En ese sentido, "cualquier duda sobre el cumplimiento del déficit y el avance en las reforma estructurales pondría en jaque la economía española", señala Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket.

La recuperación de la economía española se basa, hoy por hoy, en un crecimiento cogido con alfileres, porque a pesar del avance de los indicadores, no hay que olvidar el elevado endeudamiento público y el exceso de déficit acumulado. Por tanto, como señala Bernaldo de Quirós, "el mercado nos ha perdonado la vida de momento confiando en que el próximo Gobierno de España profundice en la senda reformista". Pero si eso no es así, pueden dispararse todas las alarmas, advierte este experto.

A pesar de las dudas, en cualquiera de los escenarios planteados por las encuestas, "España no se separará de los objetivos marcados por Bruselas sustancialmente debido a que los posibles gobiernos o pivotan sobre PP o sobre PSOE, ambas formaciones comprometidas con el proyecto europeo", opina Juan Fernando Robles, profesor de Finanzas.

En caso de que se cumplieran los sondeos y finalmente el PP repitiera en el poder gracias al apoyo de C's, los analistas coinciden en considerar esta unión como el mal menor para la confianza en la economía española. "La estabilidad sería mayor con esta combinación que con cualquier otra, porque según mi opinión el PP obtendrá mejor resultado del previsto y Ciudadanos peor del que marcan las encuestas", vaticina el profesor Robles.

Sin embargo, la opción PP y C's presenta condicionantes desde el primer momento. La formación liderada por Albert Rivera ha reiterado a lo largo de la campaña que no apoyará a Mariano Rajoy como candidato a la Moncloa, lo que supone un primer hándicap para los populares, que se enfrentarían al dilema de sustituir al actual líder del partido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ayer mismo, el candidato de Ciudadanos a las elecciones generales, Albert Rivera, aseguró en el Foro Nueva Economía que no apoyará a Rajoy ni a Sánchez porque "no habrá cambio si gobiernan los mismos". "No vamos a seguir la dicotomía de azules y rojos en esta nueva etapa", afirmó .

La 'incógnita naranja'

Más allá de los nombres, la gran incógnita de esta coalición de centro derecha es qué papel desempeñaría Ciudadanos apoyando a un Gobierno del PP. Bernaldo de Quirós subraya que hasta el momento el partido de Rivera se mantiene en "una ambigüedad letal que introduce un elemento de incertidumbre muy elevado". Para este experto económico, si Ciudadanos va a ser "el árbitro" del partido postelectoral, "hay que preguntarle que política económica va a apoyar".

Para el profesor Robles, el pronóstico más probable en esta combinación es que Rivera intente liderar cambios desde la oposición. "Todo hace suponer que intentaría imponer algunas partes de su programa que tienen marcado carácter reformista, aunque no se implicaría formalmente en el Gobierno".

Este sería precisamente el primer desencuentro entre ambos partidos, ya que los populares son reticentes a los cambios, tal y como explica Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB. Ayer Rivera auguró una legislatura excepcional e intensa en la que habrá que llevar a cabo "reformas estructurales para rehacer el proyecto común español y fortalecer los pilares de la nación". El líder de C's hizo especial hincapié en que se refiere a "reformas, no a recortes" y realizó una distinción entre economía (proyecto de futuro) y contabilidad (cuadrar cuentas) que le llevó a la conclusión de que el Ejecutivo de Rajoy "ha ido achicando agua pero el barco va sin rumbo", informa Cristina Alonso.

Una de esas reformas, la del mercado laboral, es el otro gran punto de conflicto que señalan los expertos. El partido de Rivera apuesta fuerte por el contrato único de trabajo con indemnización progresiva y complemento salarial garantizado. Desde Ciudadanos marcan esta propuesta, de hecho, como una de sus líneas rojas para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, desde el Partido Popular, una vez más, se muestran reticentes a cambios en ese sentido y defienden el modelo implantado en la última legislatura con reforma laboral.

A vueltas con el déficit

En materia fiscal parece más factible alcanzar un acuerdo, ya que ambas formaciones apuestan por reducir los impuestos de la renta. Donde no hay coincidencia, sin embargo, es en el compromiso de estabilidad presupuestaria fijado por Bruselas. Mientras el equipo de Rajoy insiste en que cumplirá gracias a la mejora económica y la continuación reformista, los de Rivera han avanzado que quieren renegociar con la Comisión Europea para obtener un mayor plazo para cumplir la reducción del déficit en 2016, fijado en una desviación del 2,8 %. "Nos vamos a encontrar con un año 2016 complicado dada la mala presupuestación que ha hecho este Gobierno", señaló hace días el número dos por Madrid de Ciudadanos, Francisco de la Torre. En C's confían, no obstante, en que al final de la legislatura se cuadrarán las cuentas y eliminará el déficit sin reducir servicios públicos y gracias a al recuperación económica. Unas previsiones que los economistas también cuestionan, ya que creen que hará falta un mayor ajuste fiscal para que salgan los números.

Por último, otro de los interrogantes del acuerdo entre PP y Ciudadanos gira alrededor de la financiación autonómica. Como señala Bernal, mientras los populares defienden no tocar el cupo vasco y navarro, los de Rivera han abierto el melón para plantear el cálculo de los cupos y las asimetrías en la financiación autonómica.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky