Economía

Bruselas prepara una bateria de medidas frente al desafío turco en el sector aéreo

La cumbre de los líderes europeos con Turquía, celebrada ayer en Bruselas, prueba que el gigante euroasiático se está convirtiendo en un aliado imprescindible para la UE. La cuestión de los refugiados no es sin embargo la única por la que Europa necesita estrechar sus lazos con el país de mayoría musulmana. El futuro de las aerolíneas europeas es otro frente crucial, aunque hasta ahora ha volado bajo radar.

La Comisión Europea presentará el próximo miércoles su paquete de aviación, un conjunto de medidas para intentar relanzar la competitividad de las aerolíneas europeas. Según el plan, al que ha tenido acceso elEconomista, el Ejecutivo comunitario solicitará mandatos para negociar con varios países y regiones acuerdos de asociación para ?abrir? los cielos.

Bruselas, empujada por Alemania y Francia, quiere utilizar estos acuerdos para terminar con los subsidios que las ?petromonarquías? del Golfo (Qatar y Emiratos Árabes Unidos) dan a sus aerolíneas. Pero fuentes comunitarias comentaron a este diario que Turquía, y su aerolínea de bandera Turkish Airlines, ?representa un mayor desafío para Europa que las aerolíneas del Golfo?, como son Qatar Airways, Emirates or Etihad.

El Gobierno turco está en fase de concluir un tercer aeropuerto en Estambul, una obra faraónica que se espera que sea el mayor aeropuerto del mundo, con una capacidad para 150 millones de pasajeros.

Además, Turquía está en una posición estratégica para continuar expandiéndose en el mercado europeo, mientras aerolíneas como Lufthansa o Air France requieren una profunda reconversión, según dicen las fuentes comunitarias. Con los eficientes Boeing 737, los mismos que utiliza Ryanair, Turkish Airlines puede volar a la mayoría de las ciudades europeas de segunda, mientras es también un nódulo de enlace entre el Este y el Oeste. Más aun, Turkish Airlines ya vuela a numerosas ciudades europeas, gracias a los numerosos acuerdos bilaterales que ya tiene firmados Ankara con estados miembros europeos.

Presencia europea

En Alemania, un país que se resiste a la apertura de sus aeropuertos a las compañías del Golfo, la firma turca vuela a 14 ciudades, el mayor número de lugares fuera de la propia Turquía. En parte por estas razones, la aerolínea turca ha conseguido multiplicar por cinco los pasajeros en poco más de una década, hasta superar los 54 millones.

Los responsables comunitarios consultados equiparan el apoyo público recibido por Turkish Airlines (que pertenece en un 49% al Gobierno) al apoyo que reciben Emirates, Qatar Airways o Etihad. Por lo que se sorprenden de la poca protesta que ha despertado en París y Berlín, o entre los eurodiputados, desde donde han procedido las mayores voces de alerta por el tema de los subsidios.

La reaproximación de la UE hacia Turquía, que han pilotado la Comisión y la canciller alemana Angela Merkel, por la urgencia de reducir el flujo de personas, juega a favor del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, justo en un momento en que su deriva autoritaria más preocupa en suelo europeo. Su papel esencial para encarar la crisis migratoria, prioridad absoluta, puede ayudar a que los europeos también miren hacia otro lado en el apoyo público dado por Ankara a su compañía.

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