
Las pequeñas y medianas empresas no están convencidas con las medidas aprobadas el pasado día 14 por el Gobierno y, como mucho, al consultar a las organizaciones empresariales sobre las mismas, éstas se encogen de hombros.
En general, les parece positivo que se hayan adoptado iniciativas para reducir las cargas administrativas y que se otorguen más avales por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO), pero consideran que, sólo con eso, no se solucionan los verdaderos problemas que la crisis económica está provocando.
El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Bárcenas, ha declarado que son insuficientes y que "se necesitan medidas más ambiciosas" para ayudar a las empresas.
El otoño preocupa
Además de la "cortedad", los empresarios critican también la lentitud del Gobierno en ponerse manos a la obra, dada la situación. El mundo empresarial espera con inquietud el final del verano, cuando, sobre todo en el sector de la construcción, muchas compañías echarán el cierre. "Octubre nos preocupa muchísimo", afirman fuentes empresariales.
En el caso concreto de la financiación con la garantía del Estado de 6.000 millones de euros y la línea de mediación, de otros 2.000 millones, ambas para 2009 y 2010, las pymes no entienden que los avales se concedan a medio plazo. "Habrá muchas empresas que no van a llegar ni a finales de año por falta de liquidez. El dinero se necesita ya", ha señalado a elEconomista el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios, Patricio Rodríguez Carmona.
Por otra parte, las escasas explicaciones del Gobierno sobre las condiciones para conceder estos avales tampoco han tranquilizado a sus posibles destinatarios. "Necesitamos, fundamentalmente, que se renueven las líneas de crédito para conseguir más circulante", añade Rodríguez Carmona.
Falta de dinero
Las organizaciones coinciden en que si las condiciones de la financiación oficial son parecidas a las que imponen las entidades bancarias, de nada sirve que los tipos de interés sean más baratos. La liquidez es perentoria en la actualidad para las pymes, quienes reclaman más facilidades para obtener los créditos de manera inmediata.
El segundo gran bloque de medidas aprobadas en el Consejo de Ministros extraordinario del 14 de agosto consistió en la presentación de 70 nuevas medidas para reducir trámites administrativos. El 51,4% de las nuevas propuestas las tiene que poner en marcha el Ministerio de Economía y Hacienda y el resto, otros cinco departamentos ministeriales. De las que corresponden a Economía, 13 se refieren a simplificación de trámites por la posibilidad de utilizar la vía telemática; 14 del mismo tenor corresponden a Industria y una, al Ministerio de Trabajo.
La opinión de las pymes sobre este paquete de medidas es también escéptica. Las reclamaciones sobre la supresión de trabas burocráticas y de facilidad para realizar gestiones son una constante de las organizaciones empresariales españolas. Pero la presentación de las simplificaciones de papeleo como una medida anticrisis, les parece casi una tomadura de pelo.
Incidencia "cero"
"Ninguna empresa va a hacer nuevos contratos, realizar nuevos pedidos o llevar a cabo más inversiones porque pueda presentar documentación telemáticamente", asegura Patricio Rodríguez Carmona. Aunque la valoración sobre el paquete de las 70 iniciativas sea positiva, la crítica que hacen los empresarios sobre el mismo es su "incidencia cero" para paliar la crisis económica.
El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, reclama otro tipo de soluciones, de tipo fiscal y financiero principalmente, cuando pide "medidas más ambiciosas" y más a largo plazo para la pyme.
La flexibilidad laboral es una de ellas pues, como afirman los empresarios, desde su punto de vista "es fácil que alguien entre en el mercado de trabajo, pero lo difícil es que salga".
Débiles y flexibles
Por ello, aunque la rebaja de cotizaciones sociales, contemplada como un alivio de costes laborales, también sea una reivindicación recurrente, este tipo de empresas insisten más en la desaparición de la rigidez del mercado de trabajo.
"Las pymes somos las más débiles y, a la vez, las más flexibles", explica el presidente de los jóvenes empresarios, los más implicados en el mundo de la pyme. "Somos débiles porque contamos con menos agarraderas y dependemos de más factores externos y somos más flexibles porque podemos prescindir de un solo empleado y sobrevivir", añade.
Una buena iniciativa para tiempos de crisis, según los empresarios, "es aumentar la licitación pública para que sobrevivan empresas de la construcción porque eso ayuda a todas las sociedades auxiliares, que en su mayoría son pymes".