
Cuando la crisis llega al bolsillo, el consumidor suele plantearse a sí mismo el dilema que dependientes o camareros le plantean cada día: ¿efectivo o tarjeta? Si nos atenemos a los últimos datos disponibles, que corresponden a los tres primeros meses de este año, en que la crisis todavía no había tomado el cariz que ahora tiene, habrá que concluir que los españoles se muestran menos cautos al "tirar de tarjeta" que en el gasto en efectivo.
Las ventas en el comercio minorista, tanto en general como en grandes superficies, han registrado una caída progresiva desde el segundo semestre de 2007. El índice general pasó de crecer el 6,1% en el primer trimestre de 2006 a hacerlo el 7,1% en el mismo periodo de 2007 y a caer el -4.5% en los tres primeros meses de este año. Las cifras de las grandes superficies son paralelas: 7,8% en el primer trimestre de 2006; 9,5% en el mismo periodo de 2007 y -3,5% en los tres primeros meses de 2008.
El uso del dinero de plástico crece a tasas de dos dígitos
Sin embargo, la tasa ascendente de los medios de pago electrónicos emitidos por entidades de crédito y ahorro no se interrumpe este año, pese a los problemas económicos. Todas las variables mantienen crecimientos de dos dígitos, aunque con menos pujanza que en 2007, que ha supuesto el récord histórico en el sector.
Las operaciones de compra en el punto de venta siguen registrando una alta tasa de crecimiento del 15,27% en el número de operaciones, aumento que, pese a su cuantía, es inferior al registrado el año pasado, que fue del 16,48%. Las operaciones de compra fueron 472,7 millones.
Los importes de esas compras con tarjeta moderan levemente su impulso. El año pasado aumentaron el 12,9% y en el trimestre han reducido su impulso un punto porcentual, hasta el 11,94.
El importe de las compras de bienes y servicios en el primer trimeste fue de 22.135 millones de euros.
Pero no todas las operaciones se registran en el punto de venta. Hay muchos usuarios que prefieren utilizar el cajero automático para sacar efectivo y con ello pagar sus gastos, especialmente los gastos menores. Por eso es relevante contabilizar las operaciones en cajeros y los importes de las mismas. En cuanto al primer capítulo, los usuarios siguen recurriendo a este mecanismo, aunque el crecimiento del uso es menor este año que el pasado. Mientras en 2007 se superaron por primera vez los mil millones de disposiciones, con una tasa de aumento del 2,54%, en el primer trimestre de este año se han registrado 240.000 millones de retiradas de efectivo, con una tasa de crecimiento del 1,74%.
Las transferencias suponen el 82% del importe total
Si nos atenemos al montante del dinero que los españoles sacaron de los cajeros, en todo 2007 alcanzaron los 114.000 millones de euros, con un aumento sobre el año anterior del 5,2%. En el primer trimestre de este año, las disposiciones ascendieron a 26.813 millones de euros, con una tasa más modesta de aumento, el 4,45%, pero muy positiva respecto de las ventas del comercio.
Los españoles utilizamos la tarjeta con profusión entre los medios de pago para pequeños gastos, pero no es el instrumento más usual. En cuanto a número de operaciones, son las domiciliaciones bancarias el preferido (o no tanto, porque muchas empresas suministradoras de bienes y servicios no dan opción a otra fórmula de pago en recibos rutinarios). El 44% de los pequeños gastos están domiciliados en nuestras cuentas bancarias.
Inmediatamente después están las tarjetas, con las que efectuamos el 37% de las operaciones. Transferencias y cheques siguen en importancia con el 15% y el 3%, respectivamente. El número de operaciones cuantificadas por el Banco de España fue de 6.536 millones.
Sin embargo, por la cuantía económica del gasto, son las transferencias las que absorben la gran tajada, con el 82% (fundamentalmente porque parte del tráfico empresarial utiliza este vehículo). Los cheques son el segundo instrumento por importe, con el 8% del negocio, las domicialiaciones apenas alcanzan el 6% y las tarjetas, sólo el 1% de los importes. Los pagos totales supusieron 11,1 billones de euros.
La tentación de plástico
La evolución de las tarjetas en España ha sido espectacular, apoyada en el alto crecimiento económico y en la "bancarización" del tráfico mercantil y de la economía doméstica. El número de tarjetas bancarias en circulación ha pasado de 36,3 millones en 1997 a 77,9 millones diez años más tarde. Prácticamente la totalidad de las emitidas tienen función de caja, es decir, sirven para extraer dinero de los cajeros automáticos; 31,4 millones tienen función de débito; 43,4 millones tienen simultáneamente función de crédito y débito diferidos y 4,2 millones tienen función de monedero.
Operaciones de compras en terminales de punto de venta
Fuente: Banco de España / elEconomista.