
El sector industrial alemán creció en octubre al menor ritmo de los últimos cinco meses, en lo que parece una muestra más de que la crisis en China está pasando factura al poderoso sector manufacturero germano.
El índice de Markit Economics que registra la actividad en el sector cayó este mes a 51,6 puntos, desde los 52,3 puntos de septiembre. El dato de octubre es, además, una décima peor de lo esperado.
Para colmo, la situación no tiene visos de mejorar a corto plazo. La entrada de nuevos pedidos que entran en la cadena productiva alemana ha reducido su ritmo al peor desde antes del verano, y los productores apuntan a dos mercados: el ruso pero, sobre todo, el asiático.
El sector servicios alemán envía en cambio señales de cierta mejora, con el índice de actividad en máximos de los últimos siete meses. Gracias a esta subida, el indicador compuesto que contabiliza la salud combinada (y ponderada) de los sectores secundario y terciario registró un leve ascenso a 54,5 puntos, frente a 54,1 del mes anterior.
"Los índices envían una señal de atención a los fabricantes alemanes", señala Oliver Kolodseike, economista en Markit, que parecisa además que "la combinación de un stock de mercancías terminadas mayor, y un menor ritmo de nuevos pedidos parece sugerir que las compañías recortarán su producción en los próximos meses". Y cuando las empresas recortan producción, eso se traduce de inmediato al mercado laboral: menos empleo.