
Tarragona, 21 oct (EFE).- Una jornada empresarial en Tarragona avisa de la crisis internacional justo en un escenario en el que se entrevén síntomas de recuperación, como las reducciones anuales del paro en torno a 12 % desde hace tres años en Cataluña.
Las jornadas empresariales Gresol se han celebrado durante toda la mañana en el Palacio de Ferias y Congresos de Tarragona ante un nutrido foro institucional y económico de unos 150 asistentes.
Las distintas ponencias y mesas redondas han coincidido en señalar que hay que incidir en elementos estructurales internos, sobre todo, aumentar el tamaño medio de las empresas y apostar más por la investigación, el desarrollo y la innovación.
El profesor de Economía de la Universidad Pompeu Fabra José García Montalvo ha incidido en que "se ve la luz al final del túnel, pero que no sea la de un tren que viene de frente, el de la economía internacional".
El escenario internacional ofrece turbulencias como la desaceleración de la economía china, el crecimiento lento de la Eurozona y las tensiones geopolíticas.
En la economía interior, advierte el economista, la concatenación de procesos electorales supondrá un lastre, hasta el punto de que el ejercicio se cierre con una tasa menor "de crecimiento económico", imputable a las elecciones del 20D.
En los escenarios económicos interiores, el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, ha señalado que hay que "mejorar la tasa de desempleo, el alto endeudamiento, el nivel de productividad y la crisis institucional".
Para conseguirlo, la receta es contar con empresas de mayor tamaño, actuar sobre la productividad laboral, reindustrializar el país y, en la línea del resto de los ponentes, más inversión en I+D+i.
El abogado Miquel Roca ha aseverado que habrá un antes y un después de la crisis y que nunca se regresará a los niveles anteriores a la recesión, pero ha pronosticado una "fuerte alergia a la austeridad".
Roca se muestra partidario de menos regulación administrativa y más seguridad jurídica a favor de mayor estabilidad económica, y ha mostrado un optimismo moderado por su convencimiento de que se "impondrá el sentido común".
Por su parte, el conseller de Empresa y Ocupación, Felip Puig, también ha mostrado este optimismo moderado por el indicativo positivo de que ya van tres años consecutivos en los que la reducción anual del paro supera el 10 %.
Tanto es así que apuesta por revisar los salarios al alza, de acorde con la nueva situación económica de "recuperación sólida y firme", un día antes de publicarse los datos de la Encuesta de Población Activa.
A pesar de estos indicadores positivos, el caballo de batalla es la brecha social como resultado de la crisis, que será "dificultosa y lenta" de suavizar y que ha tachado de "dolorosa y excesivamente grande aún".
Para cerrar esa brecha, Puig apuesta por la "justicia social" a través de una "revisión" del Estado del Bienestar y "regenerar" la calidad democrática de las instituciones.
En Cataluña, ha apostillado el conseller, ya existe un "clamor generalizado" para cambiar ese modelo de Estado y ha alertado del riesgos de "grietas" si no se produce esa "regeneración".
"Una economía regional como la nuestra necesita de más instrumentos fiscales, de regulación laboral, de una política de los costes de producción de la energía y una mejor gestión de las infraestructuras", ha remachado.
Puig ha esgrimido que "no tiene ningún sentido que una economía que exporta más que el 26 % de la economía española; con el 26 % del turismo extranjero, y cerca del 20 % del PIB, con solo un 16 % de población, tenga un retorno del esfuerzo fiscal de sólo el 8 o el 9 %".