
Copenhague, 19 oct (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió hoy en Estocolmo la solidez de las finanzas de su país, pese a la crisis, para afrontar la operación de compra de 36 cazabombarderos Gripen NG de la sueca Saab, aprobada hace un año.
"No creo que la cuestión de la crisis tenga ninguna importancia en el acuerdo Gripen", dijo Rousseff en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Stefan Löfven, en la que resaltó que Brasil goza de unas finanzas públicas saneadas y consistentes, y que Europa también afrontó una recesión grave en los últimos años.
El acuerdo, valorado en unos 5.400 millones de dólares, establece que Brasil recibirá entre 2019 y 2024 los cazas, de los que casi la mitad serán producidos de forma conjunta, en una operación financiada por el Instituto sueco de Crédito a la Exportación.
Quince de los 36 aviones serán fabricados en las plantas de la empresa brasileña Embraer, a la que Saab le transferirá la tecnología necesaria para su desarrollo, y ambas compañías ofrecerán luego a países de América Latina y África ese tipo de cazas.
Rousseff calificó hoy de "ambicioso" el acuerdo y habló de un proyecto "estructuralmente importante" por la transferencia de tecnología que incluye.
"El proyecto Gripen es uno de nuestros proyectos más importantes, pero de ningún modo puede dañar las finanzas de Brasil", afirmó.
En relación con el avance de las negociaciones entre el Mercosur y la UE para la firma de un acuerdo comercial, un proceso iniciado hace dos décadas, Rousseff se mostró "muy optimista" y recordó que las dos partes prevén intercambiar ofertas el mes que viene.
La presidenta brasileña defendió además una solución diplomática para los conflictos de Siria, Libia e Irak, y rechazó cualquier alternativa que pase por "invadir y bombardear estados nacionales".
Durante la reunión mantenida hoy en la sede del Gobierno sueco, ambos mandatarios estrecharon la cooperación entre sus países en áreas de innovación, medio ambiente e investigación.
Rousseff, que había intervenido antes de su encuentro con el primer ministro sueco en un foro empresarial, tiene previsto visitar luego el Real Instituto de Tecnología y la sede del fabricante sueco de equipos de telecomunicación Ericsson, antes de desplazarse a la fábrica de Saab en Linköping (al sur de Estocolmo).
La presidenta brasileña, que ayer fue recibida por el rey sueco y mantuvo un encuentro con empresarios brasileños, viajará luego a Helsinki, donde mañana se reunirá con el presidente finlandés, Sauli Niinistö, y el primer ministro, Juha Sipilä, además de participar en un acto con emprendedores.