
La víspera del 20-S todos los sondeos en Grecia muestran una batalla electoral muy igualada. Se espera, por tanto, que la noche electoral sea larga y que el ganador se decida voto por voto. Del mismo modo, el día después se prevé una jornada de pactos y alianzas, dado que conseguir la mayoría absoluta parece un reto inalcanzable.
Desde la convocatoria de elecciones hasta hoy se han publicado docenas de sondeos, la mayoría de los cuales da como favorito a Syriza, con un porcentaje que fluctúa entre el 25 y el 27% de los votos. La gran incógnita sería el número de escaños que le facilitaría este resultado, dado que -siempre según los sondeos- puede que esta vez entren ocho partidos en el Parlamento heleno, algo que obstaculiza los prognósticos en cuanto al número de diputados.
En segunda posición está Nueva Democracia, dirigida temporalmente por Evángelos Meimarakis, después de la dimision del ex primer ministro Antonis Samarás. El partido conservador muestra una gran capacidad de mantener a su propio electorado: el 82% de sus votantes declara que seguramente volverá a votar al mismo partido, mientras que el porcentaje equivalente de Syriza no supera el 64%.
En el tercer puesto, las encuestas sitúan al partido neonazi Amanecer Dorado, que a pesar de la descriminación de sus miembros por los medios de comunicación, mantiene un respetable 7%. En siguiente lugar está To Potami, con un 5%, seguido del Partido Comunista (KKE) y la Coalición Demócrata (el Pasók y la Izquierda Democrática).
Varoufakis, con los antirrescate
Detrás se sitúa Unidad Popular, de Panagiotis Lafazanis, el rebelde de Syriza, que el viernes sumó un mediático apoyo de última hora, con el respaldo público a su lista del exministro de Finanzas, Yanis Varoufakis. Mientras, los Griegos Independientes (Anel), el socio gubernamental de Syriza, intentan entrar al Parlamento. No hay que olvidar a la Unión de Centristas, de Vasilis Leventis, un partido con larga trayectoria que nunca pudo estar en el Parlamento, pero que ahora ha atraído a votantes de todas las formaciones que buscan en él algo distinto. Un dato importante es la tasa de indecisos, que según los sondeos es del 15%.
El día siguiente del 20-S es un auténtico crucigrama por resolver. Los dos posibles ganadores, Syriza y Nueva Democracia, tendrán que buscar pactos y alianzas, dado que ni el país podría aguantar una segunda ronda electoral ni los líderes de ambos partidos han mostrado intención de volver a las urnas si no consiguen la mayoría absoluta.
En el caso en que Alexis Tsipras vuelva a ganar, el primer socio gubernamental que buscará será Panos Kamenos, es decir, los Griegos Independientes (Anel), con quien formó la coalición gubernamental que dirigió el país desde enero hasta principios de septiembre. No obstante, Anel no tiene asegurado el 3% de los votos, mínimo necesario para entrar en el Parlamento. Si finalmente lo consigue, su fuerza electoral será reducida, de modo que tampoco es seguro que una alianza entre Syriza y Anel obtenga el mínimo número de diputados (151) que se requiere para formar Gobierno. Si la opción de Anel no existe, Tsipras buscará aliados en To Potami y la Coalición Demócrata, aunque no sin reacciones dentro de su propio partido.
Por otro lado, si Nueva Democracia es el ganador, Meimarakis también buscará pactar con To Potami o la Coalición Demócrata, incluso con la Unión de Centristas. La Unidad Popular y el Partido Comunista han rechazado la opción de pactar con ND, y por supuesto nadie cuenta con Amanecer Dorado como un socio gubernamental.
Las urnas en Grecia se abrirán este domingo a las 6 y se cerrarán a las 18 (hora española). Dado que en estas elecciones no habrá cruz de preferencia, el proceso de recuento será más rápido, de modo que se espera tener un primer resultado más o menos fiable alrededor de las 20.30 horas de España.