
Bélgica ha incluido oficialmente al vecino Luxemburgo en la lista de paraísos fiscales, por lo que todas las transacciones financieras de 100.000 euros o mayores entre ambos países deberán ser comunicadas a las autoridades fiscales belgas, según anunció el ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt.
La medida permitirá a las autoridades fiscales belgas tener un mayor control sobre las operaciones realizadas en países donde los impuestos son inferiores o, que no respetan los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en materia de intercambio de información, precisa La Libre Belgique.
Con esta decisión Bélgica aplica una ley tramitada en 2010 en la que se establece que los países que figuran más de un año en la lista de la OCDE sobre paraísos fiscales deben ser también clasificados de este modo en Bélgica. Luxemburgo fue incluido en esta lista en 2010.
"Quiero ser consecuente, es hora de que finalmente apliquemos esta legislación", declaró Overtveldt. El ministro belga, que alabó los "esfuerzos" de Luxemburgo por mejorar su transparencia, afirmó que existen señales de que se avanza por "el buen camino". Overtveldt añadió que ahora la OCDE debe revisar sus recomendaciones "en base a estos esfuerzos" para adaptar su reglamento.
Esta medida, que fue ya anunciada en junio, puede crear tensiones diplomáticas entre ambos países, dado que Luxemburgo podría alegar que la lista de la OCDE es anterior a los pasos dados por el país en materia fiscal tras el estallido del escándalo conocido como LuxLeaks, según advirtió el abogado fiscalista Michel Maus.
El llamado caso LuxLeaks hace referencia a los acuerdos fiscales secretos de Luxemburgo con multinacionales como Pepsi, IKEA o Deutche Bank que permitieron a esas empresas rebajar al mínimo los impuestos.