El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inició ayer una ronda de contactos con los nuevos presidentes autonómicos surgidos de los comicios del pasado mes de mayo. En los encuentros con Francina Armengol, presidenta de Baleares; Pedro Antonio Sánchez, jefe del Ejecutivo de Murcia; y Fernando Clavio, presidente de Canarias, la financiación autonómica se convirtió en protagonista.
Los nuevos dirigentes demandaron un nuevo sistema que termine con "injusticias" como las que denunciaron Sánchez y Armengol, y Rajoy les recordó que la intención del Ejecutivo del PP es la de abordar la reforma el próximo año. La Moncloa siempre recuerda que este espinoso asunto no pudo ser abordado esta legislatura "porque la prioridad era evitar el rescate de España".
Respecto a compromisos concretos, Rajoy se mostró dispuesto con la presidenta balear, Francina Armengol, a convocar la Comisión Mixta de Financiación con las islas, que lleva cuatro años sin reunirse. Armengol, quien salió "satisfecha" de su encuentro con Rajoy, aseguró que esa Comisión abordará el régimen especial balear, las inversiones estatutarias y el convenio de las carreteras. En el trasfondo, de nuevo la financiación autonómica. Las balanzas fiscales publicadas recientemente con Hacienda pusieron de relieve que aquella región es una de las que más contribuye a la solidaridad interterritorial, tal y como recordó en rueda de prensa la propia Armengol.
Financiación
La financiación también fue protagonista del encuentro que mantuvo con el nuevo presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, que denunció que su región "recibe 225 millones menos al año que la media nacional". De ese primer vis a vis también salió el compromiso del jefe del Ejecutivo de plantear en el futuro un pacto nacional del agua. "El presidente es consciente de que en España hay agua para todos y tenemos que establecer fórmulas para garantizar ese agua para todos", aseguró Sánchez.
Por último, Armengol, el propio Sánchez y el presidente canario, Fernando Clavijo, se mostraron a colaborar con el Gobierno a la hora de "ser solidarios" con los refugiados sirios, que llegan por miles a Europa.
