Economía

Los pueblos con más encanto de toda la geografía española

Lugares entrañables, con una rica cultura y tradiciones milenarias. Así son las aldeas más bellas de España. La emigración a las ciudades hizo mella en algunas de ellas, sin embargo, no han perdido la magia y el encanto que guardan. Ya sean de interior o de costa, muchos pueblos esconden una historia y un patrimonio incalculable. Varias generaciones de familias han ido creciendo en sus calles, por las que ahora transitan viajeros y curiosos que se dejan engatusar por las murallas defensivas, los barrios empedrados, las leyendas de los castillos o las maravillosas vistas a la naturaleza de estos rincones.

De hecho, en alguno de ellos parece que el tiempo se haya detenido en la época medieval y que de un momento a otro sus calles vayan a ser cruzadas por el monarca de turno que las transitaba.

Pero no todos estos lugares tienen el honor y el orgullo de colgarse el letrero de pueblo más bonito de España. La asociación que otorga este reconocimiento fue fundada en marzo de 2011 para crear una red de villas con encanto. Sólo un 20 por ciento de las poblaciones que solicitan la adhesión consiguen superar la auditoría para obtener el sello. Así, un total de 35 son las que conforman esta red, la gran mayoría situadas en Aragón y Castilla y León.

En el interior

Segovia cuenta con tres villas dentro de la red. Así, un arco medieval se encarga de dar la bienvenida a uno de estos pueblos: Ayllón, de origen celtíbero y con mucha historia tras sus murallas. Esta aldea, asentada en la sierra a la que da nombre y colindando con la provincia de Guadalajara, ha visto pasar por sus calles a numerosos reyes: Alfonso VI, Alfonso VII, Alfonso VIII, Fernando III, Fernando IV, Juan II y ya en 1929, la infanta doña Isabel. También dio nombre al Tratado con el que el Reino de Castilla, el 16 de julio de 1411, firmó la paz con Portugal, muy buscada tras la derrota que las tropas castellanas, comandadas por el rey Juan I, sufrieron en la batalla de Aljubarrota el 14 de agosto de 1385. Ayllón está declarado Conjunto Histórico Artístico. Además de su arco de entrada, destaca su pintoresca Plaza Mayor, donde los soportales con pilares de madera dejan espacio también a la iglesia Románica de San Miguel o el palacio que alberga el ayuntamiento. Es frecuente ver un gran número de cigüeñas sobrevolar el centro. Dominando la villa, se alza el cerro conocido como El Castillo, y sobre él, La Martina, torre albarrana de origen árabe convertida en la más emblemática del lugar.

A escasos kilómetros, se encuentra Maderuelo. El pueblo se alza sobre el pantano del Páramo convirtiendo el lugar en un mirador privilegiado. Es pequeño y cuenta con dos iglesias y una puerta de entrada de la época medieval, que forma parte de la muralla. El silencio y la tranquilidad recorren sus escasas calles, donde muchas de sus casas están ya deshabitadas. No obstante, esta aldea guarda algunas leyendas misteriosas, como una lluvia de piedras sobre el pueblo en el siglo XV o la de una momia encontrada en los alrededores de una de las iglesias en el siglo XVI.

El tercero de los pueblos segovianos es Pedraza, una villa amurallada medieval de gran belleza que cuenta con numerosos palacios y casas señoriales del siglo XVI, así como restos de la muralla defensiva, la Puerta de la Villa o la Cárcel de la Villa. Pero, sin duda, la joya de la corona es el castillo, que adquirió el pintor Ignacio Zulouaga. Se trata de una fortaleza edificada en el siglo XIII y reedificada en el XV. En esta fortificación, se cree que han tenido lugar algunos hechos históricos como el nacimiento del Emperador Trajano. Además, fue una de las residencias de Abderramán III durante su estancia en España y en él estuvieron como prisioneros dos hijos del rey Francisco I de Francia.

El Castillo de los Velasco y las casas colgadas son las atracciones de Frías (Burgos), otro de las villas de la asociación.

En Castilla La Mancha, hay tres pueblecitos que destacan por su encanto: Alcalá del Júcar (Albacete), Almagro (Ciudad Real) y Valverde de los Arroyos (Guadalajara). Éste último, por sus casas, construcciones y calles de pizarra, forma parte de la Ruta de los Pueblos de la Arquitectura Negra de la Sierra Norte de la provincia.

Con diez poblaciones, Aragón es la comunidad con mayor representación. Entre ellos, destaca Albarracín, a 1182 metros de altitud, que cuenta con un impresionante casco histórico. A 1.300 metros de altura emerge Cantavieja (Teruel) una villa con una historia que comienza en el Neolítico, pasa por la Reconquista, las noticias de la travesía del Cid Campeador, las Guerras Carlistas y llega hasta la actualidad. Su castillo, como en muchos pueblos, es lo más destacado.

En la costa

En Asturias, la aldea marinera de Lastres es uno de los rincones con más encanto de la costa española. Fiel a la importancia que tiene el mar en el pueblo, sus casas tradicionales y calles empedradas, con escalinatas, se orientan y adentran hacía el mar. El Barrio de los Balleneros, la Torre del Reloj o la Capilla del Buen Suceso, reflejan la vida diaria de la villa marinera. Desde el mirador de San Roque, se puede admirar una preciosa panorámica de la localidad, así como de las playas de La Griega, La Isla y la Sierra del Sueve, e incluso, los Picos de Europa.

El filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre dijo que Santillana del Mar era el pueblo más bello de España, y no le faltaba razón alguna. Se trata del Centro de Interés Histórico y Artístico de Cantabria. Desde la Cueva de Altamira hasta la Colegiata de Santa Juliana, sus calles empedradas respiran historia y patrimonio. Por otro lado, la aldea de Barcena Mayor nos transporta a otros tiempos con sus construcciones más características: la casa montañesa.

Al sur, y más concretamente en Almería, se sitúan dos pueblos con un color especial, el blanco. Desde la carretera ya se puede percibir este intenso color de las casas de Mojácar, donde sus balcones se acicalan con las flores más hermosas del lugar. Esta ciudad, que es una de las más grandes y conocidas que conforman la red de la asociación, también cuenta con la iglesia Renacentista de Santa María, de los siglos XVI y XIX; el castillo, del siglo XV; y la puerta de la ciudad y el torreón, únicos restos de la antigua muralla. Además de los 5 kilómetros que recorren sus playas.

La misma estampa blanca es la que se ve al llegar a Lucainena de las Torres (Almería); a Frigiliana (Málaga), cuyo centro histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 2014; a Pampaneira (Granada); y a Vejer de la Frontera (Cádiz). Por úlimo, Peñíscola (Castellón) o Tejeda (Las Palmas) son otros de los bellos pueblos que miran al mar.

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miratu
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Algunas historias son de nuevo cuño, algo parecido a la historia de Cataluña que les cuentan ahora a los catalanes.

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