
La llegada de los Presupuestos Generales del Estado a la Cámara Baja podría retrasar la fecha de las elecciones generales al menos hasta el 13 de diciembre. Según los plazos que ha dejado caer el propio Ejecutivo, las cuentas públicas llegarán al Congreso el próximo 4 de agosto, y allí iniciarán un periplo que se prolongará, según las tramitaciones de los últimos años, al menos dos meses y medio.
En concreto, y después de que los altos cargos desgranen los números relativos a 2016, los Presupuestos llegarán al pleno del Congreso en la última semana de agosto. Será el 25 y 26 del próximo mes cuando se celebre el debate de totalidad.
Posteriormente, las cuentas serán debatidas primero en ponencia y después en comisión parlamentaria, y serán remitidas al Senado en el último tramo de septiembre. Allí deberán hacer el mismo recorrido que en la Cámara Baja, por lo que su devolución al Congreso solo podría producirse en torno al 19 de octubre. Será entonces cuando tenga lugar su aprobación -o no- definitiva.
Según nuestra propia Constitución, la disolución de las Cortes Generales debe producirse 54 días antes del día de los comicios. Esa máxima obligaría al Gobierno de Mariano Rajoy a convocar las elecciones no antes del 13 de diciembre.
Trabajar duro en agosto
Pero fijar la fecha final podría ser aún más difícil. Primero, porque las cuentas públicas van a debatirse en pleno periodo estival, por lo que si el Ejecutivo quiere legislar a toda prisa deberá habilitar numerosas sesiones extraordinarias en el mes de agosto. Más aún cuando se ha confirmado una sesión plenaria extraordinaria para votar el tercer programa de ayuda a Grecia, algo confirmado por el presidente pero aún sin fecha.
El mes de diciembre será, igualmente, muy complicado. El domingo 6 de diciembre es festivo y deja poco margen para convocar unos comicios. El 20, por otro lado, pisa ya las Navidades.