El levantamiento de las sanciones a Irán y su vuelta a los circuitos internacionales supone la apertura de un mercado emergente para España, con un potencial de 75 millones de habitantes.
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
En este contexto, aumentarán sus necesidades de importar y de recibir inversiones extranjeras, tal y como ha señalado el director internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet.
Aún así, el impacto del levantamiento de estas sanciones no será inmediato, ya que el país necesita restaurar mecanismos y procedimientos para reanudar su papel en el comercio internacional.
El régimen de los ayatolás --que tras el acuerdo alcanzado ayer entre el G5+1 preserva la capacidad de producir energía nuclear--, ha estado sometido a sanciones y embargos y a tecnologías de doble uso. Asimismo, la financiación a largo plazo ha estado cortada y los bancos presentaban grandes dificultades para realizar pagos y cobros, ha explicado Bonet.
En este escenario, las empresas españolas han sido tradicionalmente proveedoras del mercado iraní, sobre todo las pymes. Actualmente existen 350 empresas españolas que exportan a Irán, por un valor de 300 millones de euros, según los últimos datos de la Cámara de Comercio de España. Esta cifra, a juicio de Bonet, se encuentra "muy por debajo de las posibilidades de ambos países".
EQUIPAMIENTOS PARA INDUSTRIAS PETROLERA Y QUÍMICA.
Por sectores, diversos negocios españoles presentan oportunidades en el mercado de Irán, entre los que Bonet destaca el equipamiento para la industria petrolera y petroquímica, como son las válvulas o las tuberías.
Además, Irán presenta necesidades de inversión en sectores importantes dentro de la industria española, como es el caso de las infraestructuras y el transporte ferroviario. Asimismo, automóviles, maquinaria para la industria alimentaria, minería, bienes de equipo para la industria del petróleo, gas y petroquímica, son sectores que verán crecer su demanda, ha manifestado Bonet.
A pesar de la supremacía de Irán como exportador de petróleo, el país ha desarrollado una apuesta por las energías renovables, especialmente por la solar y la eólica.
En esta línea, el responsable de la Cámara de Comercio considera que será el petróleo quien continúe siendo la principal fuente de crecimiento para la economía iraní. Si bien, ha señalado que el paulatino desarrollo que experimentará el país tras el levantamiento de las sanciones le dará la oportunidad de expandirse en otros sectores.
Así, según manifestó el presidente de la Cámara de Comercio de Teherán, Yajhya Ale-Eshagh, en una reunión celebrada en enero con su homólogo español, las empresas y la tecnología españolas tienen "buena imagen y están muy bien valoradas" en Irán. Además, durante esta cita ambas cámaras firmaron un acuerdo de colaboración.