Economía

Cospedal pidió ser vicepresidenta y frustró los cambios de Rajoy

  • La 'número dos' del PP mantiene la Secretaría General
  • A cambio, el presidente evita más ruido interno
María Dolores de Cospedal y Soraya Saenz de Santamaría. Imagen: Archivo

La secretaria general del Partido Popular (PP) y expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, exigió a Mariano Rajoy una vicepresidencia y la portavocía del Gobierno si era apartada del cargo que aún mantiene en la formación. Fuentes del PP en el Congreso de los Diputados confirman que, para Cospedal, "cualquier cosa que no supusiese una vicepresidencia constituía un fracaso", por lo que lanzó un órdago al Jefe del Ejecutivo con el fin de no perder poder. Rajoy, por su parte, era consciente de que si cedía en este extremo podía provocar un terremoto en el PP. En el trasfondo, el enfrentamiento entre la propia Cospedal y la actual vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, cada día más público y menos soterrado.

"Es lo que transmiten los diputados más cercanos a ella, de Castilla-La Mancha. Era ser vicepresidenta o secretaria general. Lo contrario era irse por la puerta de atrás", asegura sobre Cospedal un diputado de larga trayectoria en el partido. Este diputado mantiene que Rajoy tampoco iba a permitir una salida deshonrosa para Cospedal retirándole la Secretaría General. "Al fin y al cabo ha sido escudo del presidente y se ha comido, ella sola, marrones importantes", sentencia.

La misma fuente asegura que Rajoy, en esa negociación previa a los cambios, se mostró dispuesto a nombrar ministra a Cospedal. La versión que transmiten varios cargos medios del partido es que el presidente le ofreció la cartera de Educación. Sin embargo, otro rostro histórico de la formación cree que el jefe del Ejecutivo "debió mostrarse dispuesto a ofrecerle la cartera que ella hubiera querido, pero no la vicepresidencia". Cospedal no aceptó y Rajoy la mantuvo como número dos del PP, algo que al menos sirvió al presidente para evitar más ruido interno. El relevo de Cospedal al frente de la cúpula del PP hubiera sido difícilmente justificable sin celebrar un Congreso Extraordinario.

La ya ex presidenta de Castilla-La Mancha resultó vencedora en las elecciones del pasado 24 de mayo. Sin embargo, su mayoría no fue suficiente para formar Gobierno. Cospedal, a quien muchos ven compitiendo en el futuro por ser candidata a la presidencia del Gobierno, sabía que o jugaba sus cartas ahora, o pasaba a un segundo plano del que le hubiera resultado muy complicado volver.

Cordón sanitario

Finalmente, y tras los cambios en la cúpula del PP, María Dolores de Cospedal ha mantenido la Secretaría General del partido. A priori podría la sensación de que su pulso al Ejecutivo se ha saldado con victoria, pues sigue con el mismo poder a nivel interno. La realidad es otra. Pese a que los retoques en el PP fueron casi cosméticos, lo cierto es que Rajoy le ha aplicado un cordón sanitario.

Así se explica, por ejemplo, la llegada de Jorge Moragas a Génova. Moragas, jefe de Gabinete de La Moncloa, es uno de los más fieles escuderos de Rajoy desde que éste accediera a la presidencia. Y ahora desempeñará el cargo de director de campaña electoral. Pablo Casado, nuevo vicesecretario de Comunicación, es de la órbita del presidente desde hace tiempo, y más desde que le confiaran la tarea de explicar la acción del Gobierno en los platós. Javier Maroto, nuevo vicesecretario Sectorial, y Andrea Levy, vicesecretaría de Estudios y Programas, llegan de manos de Alfonso Alonso y Alicia Sánchez Camacho, dos apuestas personales del presidente a lo largo de toda esta legislatura. Y por último está el mantenimiento en la vicesecretaría de Autonomías y Ayuntamientos, de Javier Arenas, "con el que Maria Dolores se lleva a matar".

Desde que los cambios en la cúpula de Génova se hicieran públicos, la exposición de María Dolores Cospedal es mínima. Se ha dejado ver a cuentagotas, aunque sus movimientos han sido significativos. Así, estuvo presente en la inauguración del Campus FAES este pasado lunes unto a José María Aznar, y aprovechó la tribuna para decirle al expresidente que su Fundación es "clave" para servir "de ancla y guía" al PP.

Mientras el entorno más directo de la secretaria general elude pronunciarse sobre todas estas cuestiones y ni confirman ni desmienten los movimientos de Cospedal, otras fuentes del partido creen que la ex presidenta manchega sabe que su margen para pelear por un hipotético ascenso al Gobierno se ha terminado. Al menos, en esta legislatura.

"Otra cosa será lo que suceda después de los comicios si Rajoy pierde o saca un mal resultado. Lo lógico sería que se convocase un Congreso en el que puede haber juego para muchas personas. Y ella seguro que estará allí", concluyen esas fuentes. En la sombra, la disputa que ha mantenido en vilo al PP casi toda la legislatura: la lucha de poder entre Sáenz de Santamaría y la todavía hoy Secretaria General.

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