Economía

El Eurogrupo se reúne hoy sin expectativas sobre Grecia

Todo apunta a que el Eurogrupo de hoy es otro ultimátum para Grecia que finalmente no será tal. Salvo grandes sorpresas, es muy difícil que los ministros de Finanzas de la eurozona lleguen hoy a un acuerdo sobre la crisis de la deuda griega.

 En su última reunión celebrada en Riga el 24 de abril, los representantes europeos de Finanzas y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, fueron especialmente duros con Grecia, a cuyos gobernantes acusaron de hacerles "perder el tiempo" y señalaron este lunes en el calendario como fecha límite para alcanzar un pacto que desbloquearía el tramo pendiente de 7.200 millones de euros a Atenas.

"Todos somos conscientes de que el tiempo se acaba. Y se ha perdido demasiado en los últimos dos meses. Ahora está claro que las discusiones tienen que progresar mucho más", declaraba el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al terminar las conversaciones en la capital letona. Grecia necesita un acuerdo cada vez más urgente ante su falta de liquidez, pero a pesar de las intensas negociaciones, la prórroga de cuatro meses que se decidió en febrero ha traspasado su ecuador sin que se hayan producido avances significativos.

La semana pasada se cumplieron 100 días desde que Syriza alcanzó el poder en Grecia. El primer ministro, Alexis Tsipras, prometió luchar contra la austeridad y poner los intereses de los ciudadanos por delante de las exigencias de la Troika. El Ejecutivo de Tsipras todavía cuenta con el respaldo mayoritario de la población, que se ha manifestado en varias ocasiones para demostrar el apoyo a su líder.

Pero lo cierto es que hasta ahora Syriza no ha logrado cumplir con sus objetivos antiausteridad y las negociaciones con los acreedores parecen irremediablemente encalladas. Y no porque no lo haya intentado todo. Según el politólogo Giorgos Tzogopoulos, del think tank Eliamep, citado por la cadena alemana Deutsche Welle, "en los últimos 100 días Tsipras buscó financiadores alternativos, ya sea en Rusia, en China e incluso en Irán. Pero como finalmente no tuvo éxito, no le queda de otra que poner en práctica los acuerdos con los viejos financiadores".

Pocas esperanzas hoy

Estos últimos días, tanto Grecia como sus socios europeos han alejado las expectativas de que hoy se pueda llegar a un acuerdo. El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, dijo el martes pasado que la reunión servirá únicamente para confirmar los "grandes progresos" que a su juicio se han logrado hasta ahora. Varoufakis ha sido marginado del equipo negociador griego, un gesto que se ha visto en Bruselas como un paso necesario para enderezar el clima de las conversaciones, que estaba empezando a ser irrespirable.

En su lugar, Tsipras ha situado al frente del equipo a otro economista de la casa mucho más discreto, Euclides Tsakalotos. Pero Varufakis todavía lo dirige formalmente, y esta pasada semana el ministro todavía ha mantenido varias reuniones con sus homólogos europeos para preparar el Eurogrupo. El viernes se reunió en Madrid con el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien aseguró que "nadie quiere que Grecia salga del euro" y que hay que seguir negociando para alcanzar un acuerdo sobre la extensión del último rescate, aunque agregó que "hay reglas" y que éstas "se tienen que cumplir". El encuentro transcurrió en "perfecta armonía" y con un lenguaje "común", en palabras de Varufakis.

Otros mandatarios se mostraron escépticos ante el Eurogrupo de hoy. El ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, dijo el jueves en el Parlamento Europeo, que no espera llegar hoy a un acuerdo final con Atenas. En Alemania, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, también se ha mostrado "bastante escéptico" sobre las posibilidades de lograr un acuerdo con Atenas en la reunión de hoy, aunque, según declaró a la prensa hace unos días: "no lo descarto". Preguntado por la posibilidad de que Grecia salga del euro (el temido Grexit), Schäuble afirmó que "no me gusta especular sobre un Grexit porque no queremos un Grexit", aunque aseguró que "como es natural puede pasar de todo" y que Europa hará lo posible para ayudar a Grecia "pero dentro de lo acordado".

En Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) desmintió que haya pedido "una gran quita de deuda" para Grecia como requisito para transferir nuevas ayudas, tal y como había informado el Financial Times. Sin embargo, añadió que serán necesarias "más ayudas financieras y quitas de deuda para estructurar la deuda del país de forma sostenible". Hasta ahora Grecia ha conseguido mantenerse a flote y pagar puntualmente sus deudas, pero si no consigue un acuerdo cuanto antes que le permita acceder a nuevas ayudas nadie sabe qué puede pasar.

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