El PP ha insistido este miércoles en que el tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos se está negociando de forma "transparente y democrática", y ha rechazado "caer en la trampa" de la moción en la que Amaiur pide un referéndum europeo antes de su ratificación porque la izquierda abertzale, como otras formaciones políticas, rechazan el fondo del acuerdo en su conjunto.
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El diputado 'popular' José López Garrido ha defendido que tras cada ronda de negociaciones se realizan contactos con la sociedad civil y que el Gobierno y la Comisión Europea (CE) también están continuamente dispuestos a informar a las Cortes sobre los contenidos del acuerdo, como ya se ha hecho en una decena de ocasiones. De hecho, el próximo mes de junio el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, volverá a comparecer sobre este asunto en el Congreso.
Además, ha insistido en que no se "socavarán los niveles de protección" de los ciudadanos en los ámbitos sanitario, laboral o medioambiental, entre otros, y que no se negociará sobre ningún aspecto sobre los que la UE y Estados Unidos no compartan objetivos y bases comunes, por lo que no habrá una rebaja de los estándares comunitarios.
En este punto, ha afirmado que el PP "no caerá en esta moción trampa", que reclama un mayor grado de transparencia y consulta sobre el acuerdo pero que en realidad lo "ataca visceralmente, quizás porque implica a Estados Unidos". Y ha concluido recordando que el texto resultante será aprobado por el Parlamento Europeo, "cuya legitimidad es absoluta y que ofrece garantías democráticas" de sobra.
"El tratado, si sale adelante, estamos convencidos de que lo hará después de un proceso transparente, democrático y que defienda los intereses de los ciudadanos europeos", ha zanjado López Garrido.
ATAQUE A LA SOBERANÍA Y LA DEMOCRACIA.
Sin embargo, la diputada de Amaiur Maite Ariztegui ha señalado que el acuerdo es un "salto cualitativo en un modelo económico" en el que "la brecha de la desigualdad sigue creciendo", y ha advertido de que el tratado, que "se negocia tras oscuros cristales", es un "ataque directo" a la soberanía de los pueblos y pretende beneficiar únicamente a las grandes multinacionales, a costa de los derechos sociales, laborales o medioambientales de los ciudadanos.
Por eso, presenta una moción que busca un "ejercicio elemental de democracia" como es "acabar con el secretismo" de las negociaciones mediante la celebración de un referéndum europeo previo a la ratificación del texto, de un debate monográfico en el Congreso y de la consulta con comunidades autónomas y sectores implicados sobre los contenidos de las negociaciones.
El portavoz económico de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Alberto Garzón cree que este acuerdo es un "atentado a la democracia y la estructura productiva" de las economías europeas que supone "el último paso de un nuevo proceso constituyente dirigido por la derecha neoliberal" para beneficiar a las grandes multinacionales.
Igualmente, ha criticado que la "élite dirigente oligárquica" esté tomando decisiones "al margen de la ciudadanía", y ha defendido una consulta ciudadana antes de la ratificación, achacando la negativa de las autoridades europeas a plantearla al rechazo que la Constitución Europea cosechó en países como Francia, lo que impidió su aprobación.
HACE FALTA MÁS TRANSPARENCIA.
El portavoz socialista de Economía, Juan Moscoso del Prado, ha recordado que este acuerdo "puede generar muchísimos beneficios en el empleo y la renta", ayudando a superar el retroceso causado por la crisis. No obstante, ha reconocido que hace falta un mayor nivel de consulta del Gobierno con el Parlamento sobre las posturas a adoptar en las negociaciones y una comparecencia de Rajoy para explicar el punto en que se encuentran.
Además, ha asegurado que los socialistas europeos "no permitirán ni un paso atrás en la protección medioambiental, laboral y social" en la UE, y que tienen unas "líneas rojas" en materia de derechos laborales o medioambientales que no se superarán.
Marc Solsona, de CiU, también reclama un mayor nivel de información y análisis sobre el impacto del acuerdo en determinados sectores, así como una mayor implicación de la sociedad en el proceso de consultas. En cualquier caso, ha recordado que los estados europeos "con raíces profundamente democráticas" no permitirán que salga adelante ningún acuerdo que sea negativo para los ciudadanos.
El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, coincide en que la negociación se está desarrollando "de forma poco transparente" y en que sería positivo que el presidente Rajoy diera explicaciones en el Congreso sobre "el estado de la cuestión", pero ha rechazado los "temores" de Amaiur. "Existen riesgos, pero no tiene por qué ser un acuerdo neoliberal que sacrifique las democracias al mercado. Debemos evitar que eso sea así y contemplar el acuerdo como una oportunidad", ha señalado.
La moción será votada este jueves punto por punto, de modo que algunas de sus peticiones podrían recibir el respaldo de algunos grupos de la oposición.