
Los resultados cosechados por la economía de Japón en los últimos 25 años son calificados por la mayoría de los expertos como malos, decepcionantes, etc. En muchos caso se habla de las 'décadas perdidas' de Japón por el escaso crecimiento. Sin embargo, los japoneses viven hoy mejor que hace 25 años, los resultados de crecimiento de crecimiento podrían haber sido muy modestos por el cambio demográfico del país nipón.
En un informe de La Caixa realizado por su director del Departamento de Mercados Financieros del Área de Planificación Estratégica, Avelino Hernández, se asegura que las décadas perdidas de Japón tienen parte de verdad y parte de mito. Y es que el cambio demográfico del país nipón es parte fundamental de los decepcionantes datos de PIB presentados en los últimos 25 años.
Crecimiento del PIB
"Las críticas a las políticas japonesas se predican sobre la base de los resultados macroeconómicos cosechados. Una primera mirada les da la razón: durante las tres últimas décadas, el crecimiento acumulado del PIB japonés ha sido sensiblemente inferior al norteamericano, a la vez que se ha registrado una deflación persistente", explica Avelino Hernández.
Pero por el contrario, "resulta muy distinto cuando se considera el crecimiento del PIB per cápita, una variable más apropiada, en principio, para medir el progreso económico de los ciudadanos. Sobre este eje, el registro japonés se acerca mucho al de EEUU. Como bien es sabido, Japón fue el país que primero y con más rapidez se adentró en lo que se denomina la 'transición demográfica' (envejecimiento y desaceleración de la población)", explica el economista en dicho informe.
"El impacto negativo de este desarrollo sobre el PIB total no ha impedido una evolución, al menos hasta ahora, razonablemente satisfactoria del PIB per cápita. También es posible, aunque al respecto hay muchas más dudas conceptuales y empíricas, que la demografía haya influido en la dinámica de la deflación persistente pero suave".
Aunque esto pueda quitar parte de culpa a las políticas monetarias y fiscales implementadas durante años en Japón, sí es cierto que quizá tampoco fueron las más adecuadas. A ello, hay que añadir que "la ausencia de reformas estructurales son enjundia suficiente para transformar un sistema de relaciones laborales demasiado paternalista, y una regulación que genera rigideces en los mercados de bienes y servicios. EEUU ha demostrado aquí ser un referente con su modelo de mercados libres y flexibles", sentencia Avelino Herández.
