Economía

La recuperación es el cáliz envenenado que puede 'matar' a la Eurozona

Tras sufrir una doble recesión de niveles considerables, la Eurozona ha comenzado a asomar la cabeza y sus previsiones de crecimiento se revisan al alza. Políticos y economistas se congratulan ante esta mejora. Sin embargo, Barry Eichengreen cree que el crecimiento económico puede ser fatal para la Eurozona.

Eichengreen es profesor de la Universidad de California y exasesor del FMI. Este economista cree que "los brotes verdes" en la economía europea pueden suponer un obstáculo para las grandes reformas que debe implementar la Eurozona. La confianza y la autocomplacencia pueden derivar en la relajación de las reformas, un hecho que puede devolver rápidamente a la unión monetaria al agujero del que está saliendo.

Eichengreen explica en Project Syndicate, que "el crecimiento económico puede curar muchas heridas. Fortalecer los balances de los bancos reduciendo el volumen de créditos fallidos, estrechar los déficits públicos vía crecimiento de los ingresos fiscales. Pero en la ecuación deuda dividida entre PIB el que crece es el denominador", lo que puede dejar en el olvido las grandes cantidades de deuda tanto pública como privada de los países de la Eurozona.

"Desafortunadamente, el crecimiento reduce la percepción de urgencia para actuar sobre algunos problemas como Grecia... La recuperación y la nueva fortaleza de los balances bancarios hacen que los políticos borren de su lista de prioridades las reformas financieras que deben eliminar las deficiencias" vistas durante estos años de crisis.

Reestructuración de la deuda

"Incluso un crecimiento anual del 2% del PIB va a hacer que la deuda pública caiga de los tres dígitos y se convierta en una deuda sostenible. Europa sigue necesitando hacer una reestructuración de la deuda, aunque los líderes sigan negándolo. La recuperación económica sólo les permite retrasar lo inevitable", asegura el profesor de la Universidad de Berkeley.

El problema es que muchas deficiencias de la economía europea siguen sin resolverse: "Si la Eurozona registra importantes crecimientos económicos se dejarán de lado los grandes esfuerzos reformadores, que son necesarios. Y es que en los países en desarrollo se suele decir que las épocas de bonanza son épocas de escasez de reformas: bienvenidos a la Europa en desarrollo".

Por último, Eichengreen cree que Europa debería aspirar a reformas más ambiciosas como una unión fiscal y política para complementar de forma real la unión monetaria que ya existe: "Una de las lecciones que ha tenido que aprender la Eurozona es que una unión monetario sin unión fiscal ni política no puede funcionar".

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