Economía

Margallo se desmarca con un nuevo sistema de financiación autónomica

En la imagen, José Manuel García-Margallo y Artur Mas, el lunes en Barcelona. Foto: L.M.

La estancia de dos días en Barcelona del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se saldó ayer con una particular propuesta para mejorar el sistema de financiación de las autonomías españolas. El titular de Exteriores aseguró que dos de las grandes reformas estructurales que le quedan al Gobierno pendientes de ejecutar son la definición de las competencias entre las diferentes administraciones y la reforma fiscal.

Según García-Margallo, en el marco de esas dos reformas debería aprobarse un nuevo sistema de financiación autonómica que satisfaga las necesidades autonomías.

Su propuesta 'personal'

También propuso un nuevo reparto entre Gobierno central y las autonomías de la cesta de impuestos para cubrir las necesidades de las administraciones periféricas. Su propuesta, que dijo hacer a título personal, contempla un reparto donde el Estado se quedaría con la recaudación por impuesto de Sociedades y del ahorro, mientras que las autonomías sería las gestoras del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas y los impuestos indirectos. En respuesta a estas afirmaciones, ayer el Ministerio de Hacienda aseguró que sobre la mesa no hay ninguna reforma del sistema de financiación autonómica en ese sentido.

Para el ministro de Exteriores, el nuevo sistema de financiación autonómica debería garantizar a las comunidades autónomas los recursos económicos necesarios para cubrir los servicios básicos de los ciudadanos, concretamente sanidad y educación. Todos los servicios adicionales que ofrecen las autonomías por encima de los que cubre el Estado deberían financiarse mediante impuestos autonómicos adicionales. A modo de ejemplo, Margallo citó las televisiones públicas autonómicas o las embajadas catalanas como gastos que el Estado no debería cubrir.

El titular de Exteriores considera que una reforma de este tipo serviría para disciplinar y racionalizar el gasto y dar "autonomía financiera real" a las comunidades para decidir donde destinan el dinero, pero teniendo que explicar al ciudadano que aumentarlo más allá de los servicios esenciales supone también pagar más impuestos.

En este sentido, Margallo también propuso "corregir" el sistema para que respete el principio de ordinalidad, es decir, que una autonomía que aporta más a la financiación común no acabe por debajo de otra que aporta menos al aplicar los mecanismos de nivelación.

Críticas de la Generalitat

Si la propuesta de Margallo causó asombro en el ministerio de Cristóbal Montoro, tampoco cayó bien en las filas de la Generalitat de Cataluña. Las críticas a esta pseudopropuesta por la parte catalana las realizó el conseller de la Presidencia, Francesc Homs, que censuró al ministro de Exteriores por querer "decidir lo que es esencial y lo que no para Cataluña", lo que, en su opinión, es una muestra más de la tendencia centralizadora del Gobierno del PP.

Además, Homs le recordó que en el caso de la Generalitat ahora mismo no se trata de decidir dónde se destina el dinero, porque "actualmente no podemos pagar ni las necesidades básicas de los catalanes".

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