Economía

El aumento de salarios en Alemania es "un buen augurio" para la eurozona, según el WSJ

El alza salarial pactada por el sector del metal en el mes de febrero sentó un precedente en Alemania. Para los sindicatos del resto de sectores de actividad del país se abría una puerta que llevaba años cerrada, la de la revisión al alza de los sueldos. Un precedente que, según cree que The Wall Street Journal, es bueno no solo para los trabajadores germanos sino para los de muchos otros países en Europa e incluso en otras partes del mundo. La economía española crece, pero no los salarios.

Hace tiempo que muchos economístas y expertos, entre los que se incluyen el propio Ben Bernanke, expresidente de la Fed, han criticado la política económica alemana, basada en las exportaciones, así como los elevados superávit comerciales del país. La estrategia que ha contribuido al país a mantener su equilibrio financiero ha contribuido también a ahondar los problemas de sus socios europeos, impactando sobre la producción y el empleo de los países vecinos.

Otra cuestión criticada era que la bonanza económica no se estaba transformando en inversión, ni pública ni privada, lo que se reflejaba tanto en las infraestructuras como en las nóminas de los trabajadores, por poner dos ejemplos.

Pactos esperanzadores

Sin embargo, parece que algo está cambiando. El diario estadounidense The Wall Street Journal destaca como un factor altamente positivo las recientes subidas salariales que se han pactado en el marco de la negociación colectiva. Aunque han sido conversaciones intensas y no exentas de enfrentamientos, en febrero el poderoso sindicato alemán de metalurgia IG Metall y la patronal cerraban un pacto para aumentar más de un 3,4% los sueldos a partir de este de abril.

El acuerdo es importante no solo para los trabajadores del metal, sino que sirve de punto de partida de la negociación para el reto de sectores, como servicios públicos, químico o comercio al por menor. De hecho, en estos dos meses ya se han firmado otras subidas retributivas.

Pero, además, mejora las perspectivas de futuro para la primera economía de la zona euro. "Con el tiempo, el aumento de salarios debería estimular un mayor gasto de los consumidores, lo que llevará a un aumento de las importaciones y, en consecuencia, a un menor superávit comercial", indica el artículo, que añade que cada uno de estos cambios beneficiaría a la economía de la eurozona y también a la economía global.

"A la larga, la debilidad de otros países europeos también afecta a la coyuntura alemana", afirmaba recientemente el presidente del Instituto de Macroeconomía (IMK) alemán, Gustav Horn, quien aboga por una fuerte subida de sueldos en el país germano como motor de la coyuntura económica alemana. "Podemos y debemos ser la locomotora de la demanda en Europa, también por nuestro propio interés", afirmaba.

Las conclusiones del estudio se suman a las peticiones del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) o el Tesoro estadounidense, que han llegado a pedir alzas salariales por encima del 3%. A cierre de 2014, el sueldo real del asalariado medio alemán registró un repunte del 1,6%, pero fue debido fundamentalmente al comportamiento moderado de la inflación, no a que se incrementasen los costes retributivos.

En este punto, las subidas que se han empezado a pactar este año representan, para muchos expertos, "un comienzo prometedor", aunque subrayan que no se deben quedar ahí. "Necesitamos un crecimiento contundente de los sueldos reales durante varios años", afirma al WSJ Simon Tilford, subdirector del CER, un instituto de estudios con sede en Londres.

Y es que, según los datos publicados a finales de marzo, a cierre de 2014 las exportaciones de Alemania marcaron un récord histórico al alcanzar un valor de 1,133 billones de euros. También marcó récord el superávit comercial, que se situó en 216.900 millones de euros.

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