
Más de un mes y medio ha transcurrido desde que el Gobierno griego que dirige Alexis Tsipras aceptara la prolongación de su programa de rescate. Sin embargo, este tiempo ha sido insuficiente para conocer un elemento de suma importancia para las negociaciones: el estado de las cuentas griegas.
A pesar de las misiones de los técnicos de la UE y el FMI desplegadas en Atenas para escudriñar sus cofres, las varias rondas de negociaciones mantenidas con los acreedores internacionales, y el contacto permanente entre el Gobierno griego y los socios europeos, Grecia se resiste a ofrecer una imagen "completa" de su situación financiera, explicaron a elEconomista fuentes europeas conocedoras de la negociación.
Si Atenas defiende que está proporcionando toda la información técnica necesaria para apoyar la discusión de la lista de reformas, sus prestamistas opinan que "un par de hojas de Excel" resultan insuficientes para detallar con solidez el impacto fiscal de las medidas que han propuesto hasta ahora, añadieron las fuentes consultadas. Más aun cuando Atenas pretende eliminar demandas del programa de rescate vistas como prioritarias por sus prestamistas, como son la reforma del mercado laboral, de las pensiones o una subida del IVA.
Ocultación interesada
Desde el lado europeo existe la percepción de que Grecia está utilizando esta falta de claridad para -como en el cuento de Pedro y el Lobo- agitar repetidamente el riesgo de una quiebra y así acelerar el desembolso de los 7.200 millones que quedan en el paquete de rescate. Algunos miembros del llamado Grupo de Bruselas (Comisión, BCE, FMI y Mecanismo Europeo de Estabilidad) creen que Grecia podría tener fondos hasta finales de mayo.
Aunque la situación de las cuentas públicas en Grecia debería haberse conocido antes del arranque de las negociaciones, las mismas fuentes reconocieron que los socios europeos intentaron "comerse" algunos pasos como táctica para "enganchar con rapidez" a un Ejecutivo heleno reacio a negociar la extensión del programa el pasado mes de febrero. Según explicaron las fuentes europeas, la razón para que aún exista tras seis semanas de trabajos este desconocimiento primario se encuentra en que las negociaciones avanzan "a paso de caracol", a pesar de que el riesgo de quiebra aumenta, y la distancia entre las reformas que propone el Ejecutivo de Tsipras y las que reclaman la UE y el FMI continúa siendo significativa. Algunos socios del euro, entre ellos Alemania, Finlandia, Holanda y los Estados Bálticos, ya han dado señales de "agotamiento" con un proceso que consideran que va "a ninguna parte".
Niegan el ultimátum
Para intentar insuflar algo de vida a un proceso al que se le acaba el oxígeno, los sherpas del Eurogrupo pidieron este miércoles a Grecia que "acelere" la preparación de la lista definitiva de reformas, para así llegar a tiempo a su discusión y aprobación por los ministros de Finanzas del euro el próximo día 24 en Riga. Aunque las fuentes negaron que se tratara de un ultimátum de seis días, como sugirieron desde Atenas, los europeos reclaman a Tsipras "una señal clara" de que quiere progresar hacia el acuerdo. Si el ritmo no se incrementa en los próximos días, "no llegamos a tiempo", sentencian.
Cumple con el FMI
Grecia cumplió finalmente su compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pese a las especulaciones de los últimos días. Depositó los 450 millones que vencían ayer. Compra así Atenas algo de espacio para respirar mientras trata de convencer a sus acreedores para que desbloqueen los 7.200 millones restantes del rescate. Además de la dosis de ayer al FMI, la Administración Griega pagó también las ayudas a familias. A continuación debe atender entre 500 y 600 millones en salarios de los primeros 15 días de abril, y a finales de mes viene otra necesidad de 1.900 millones para nóminas y pensiones. En total, las necesidades económicas restantes para el mes de abril se calculan en al menos 3.800 millones, que probablemente serán cubiertas igualmente por los ingresos fiscales y las reservas de los fondos de pensiones.
La gran apuesta de Atenas, según altos ejecutivos del Ministerio de Finanzas, es avanzar con la regularización de las deudas de los ciudadanos con Hacienda y Seguridad Social. Por otro lado, tras la visita de Tsipras a Moscú surgen un par de buenas noticias. En primer lugar, Grecia tuvo ayer una exitosa subasta de Letras del Tesoro y la producción industrial subió un 1,9% en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que se esperaba un descenso de 2,1%.